Nuevo derrumbe sólo dejó algunos daños materiales
Vecino de la zona vive con miedo, pero se niega a dejar su patrimonio
El alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, confirmó una inversión de nueve millones de pesos en una obra para mitigar los efectos tras los deslaves que se han registrado en el paredón del panteón La Paz, en la zona de Los Pilares, donde hace dos años un derrumbe ocasionó la muerte de tres personas.
El edil capitalino señaló que con el nuevo desprendimiento que se registró la noche del jueves, este proyecto se tiene que definir con criterios distintos porque no se sabe si la inestabilidad del terreno afecte una superficie mayor.
Indicó que se tendrá que hacer un balance de los cuerpos que quedaron expuestos en el cementerio al quedar descubiertas algunas tumbas, por lo que se trabaja en la construcción de nuevas fosas para sepultarlos dentro del mismo predio.
En este sentido, el secretario de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos del municipio, Israel Albavera Vázquez, dio a conocer que la próxima semana iniciaría la reubicación de alrededor de 35 cuerpos, de un total aproximado de 350 que se pretende realizar para liberar esa parte del terreno.
VECINO SE NIEGA A DEJAR SU PATRIMONIO
En la zona de Los Pilares vive Enrique Gatica. Aunque su vivienda no se ha visto afectada por los deslaves del paredón, reconoció que es una zona de riesgo, pero se niega a dejar su patrimonio porque ahí vive desde hace más de tres décadas.
Enrique refirió que cada año recibe una notificación por parte de Protección Civil para buscar un lugar seguro, pero se rehúsa a mudarse porque no quiere compartir casa con otras personas.
Lejos de buscar un refugio temporal, ha pedido al Ayuntamiento autorización para derrumbar un poco del paredón y así, aseguró, evitarán mayores problemas.
“Todas las noches estamos con miedo. Tal vez sí tenemos la culpa de haber comprado en zona de alto riesgo, pero los ejidatarios tuvieron los permisos para vender en esta zona”, señala.
Dijo que por el miedo, algunas personas abandonaron su casa en esa zona, pero algunas siguen en renta.