La conferencia de México D.F. fue convocada por la asamblea general de las Naciones Unidas para concentrar la atención internacional en la necesidad de elaborar objetivos orientados hacia el futuro, estrategias y planes de acción eficaces para el adelanto de la mujer. Con ese fin, la asamblea general identificó tres objetivos que se convertirían en la base de la labor de las Naciones Unidas en beneficio de la mujer: la igualdad plena de género y la eliminación de la discriminación por motivos de género, la integración y plena participación de la mujer en el desarrollo, y una contribución cada vez mayor de la mujer en el fortalecimiento de la paz mundial.
La conferencia respondió aprobando un plan de acción mundial, documento en que se presentaban directrices que debían seguir los gobiernos y la comunidad internacional en los diez años siguientes para alcanzar los objetivos fundamentales establecidos por la asamblea general. En el plan de acción se estableció un mínimo de metas, para alcanzarlas en 1980, que se centraban en garantizar el acceso equitativo de la mujer a los recursos, como la educación, las oportunidades de empleo, la participación política, los servicios de salud, la vivienda, la nutrición y la planificación de la familia.
Este enfoque significó un punto de giro --que había comenzado a perfilarse a principios del decenio de 1970-- en la forma en que se percibía a la mujer. Si anteriormente se había considerado que la mujer era una receptora pasiva de apoyo y asistencia, ahora se la veía como asociada plena y en pie de igualdad del hombre, con los mismos derechos a los recursos y las oportunidades. Una transformación análoga se estaba produciendo en la manera de enfocar el desarrollo, pues si en un inicio se creía que el desarrollo serviría para adelantar la causa de la mujer, ahora existía el consenso de que el desarrollo no era posible sin su plena participación.
La conferencia exhortó a los gobiernos a que formularan estrategias nacionales y establecieran metas y prioridades en sus esfuerzos por fomentar la participación equitativa de la mujer. Hacia fines del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, 127 Estados miembros habían establecido alguna forma de mecanismo nacional, instituciones encargadas de la promoción de políticas, investigaciones y programas orientados al adelanto de la mujer y su participación en el desarrollo.
En el sistema de las Naciones Unidas, además de la Subdivisión (que actualmente es División) para el Adelanto de la Mujer que ya existía, la conferencia de México D.F. dio lugar al establecimiento del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), con el objetivo de proporcionar el marco institucional para la investigación, la capacitación y las actividades operacionales en la esfera de la mujer y el desarrollo.
Una faceta importante de la reunión de México D.F. fue el hecho de que las propias mujeres desempeñaran un papel fundamental en la orientación de los debates. De las 133 delegaciones de Estados miembros reunidas allí, 113 estaban encabezadas por mujeres. Las mujeres también organizaron paralelamente un foro de Organizaciones No Gubernamentales, como la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, que atrajo aproximadamente a cuatro mil participantes.
Entre las mujeres reunidas en el foro, surgieron marcadas diferencias, expresión de las realidades políticas y económicas de aquellos tiempos. Las mujeres de los países del bloque del Este, por ejemplo, estaban más interesadas en las cuestiones relativas a la paz, mientras que las mujeres de Occidente ponían el acento en la igualdad y las de los países en desarrollo daban prioridad al progreso. Sin embargo, el foro desempeñó una función importante al reunir a hombres y mujeres de diferentes culturas y antecedentes en un intercambio de información y opiniones, y dar inicio a un proceso que contribuiría a unir al movimiento de las mujeres, que hacia fines del Decenio de la Mujer llegaría a alcanzar una proyección verdaderamente internacional. El foro también desempeñó un papel decisivo en la apertura de las Naciones Unidas a las Organizaciones No Gubernamentales, lo que permitió que las voces de las mujeres tengan acceso al proceso de elaboración de políticas de la organización.
LOS TRIUNFOS DE LAS MUJERES
La primera mujer que logró un triunfo electoral desde la oposición en Morelos fue Erica Cortés, candidata a diputada local por el Partido Acción Nacional, en 1997. Aquel proceso inició la transición hacia la alternancia política en Morelos. En aquella jornada, la primera en el país que se organizó por una autoridad electoral ciudadanizada, tenía entre sus integrantes a una mujer, la concejera electoral Clara Elena Pérez Santana.
En el Partido Revolucionario Institucional y en el Partido de la Revolución Democrática también participaron algunas mujeres; le correspondió a la priista Ana Laura Ortega Vila, candidata a la presidencia municipal de Cuernavaca, ser la primer priista en aceptar que su partido no logró en un proceso la votación suficiente para asumir una responsabilidad pública. La diferencia de votos fue de 400 a favor del abanderado de Acción Nacional.
La participación de las mujeres en la política en Morelos ha sido intensa. Quizá la presencia mayor la tenga todavía la priista Maricela Sánchez Cortés que ha sido diputada local por mayoría en 1997, diputada federal en 2000, presidenta del comité directivo estatal en 2001, en 2003 se reintegró por la vía plurinominal al Congreso local, fue candidata a la gubernatura en 2006, en 2009 quedó al margen del Congreso federal por la alta votación que en esta circunscripción registró la organización política a la que pertenece. En 2010, fue aspirante a la Secretaría General del Comité Estatal del PRI, en fórmula con el diputado Julio Espín.
Fue la única priista que se integró a la lista de 12 precandidatos a la gubernatura en su organización. Días antes de la designación del candidato de unidad, dijo: “Le tuvieron miedo a una mujer”. Apareció como aspirante a la nominación para el Senado y en las últimas semanas ha estado al margen de las actividades públicas de su organización. Su hija Maricela Velásquez Sánchez fue integrada a la lista de aspirantes a la diputación federal plurinominal en el segundo lugar, lo que le garantiza un espacio en el próximo Congreso federal.
Rosalina Mazari, militante del PRI, ha logrado triunfar en dos procesos electorales federales; en 2006 como candidata al Senado fue superada por los candidatos del PAN y del PRD, en 2012 buscó la nominación al Senado por segunda ocasión, pero fueron registrados Francisco Moreno y Guillermo del Valle. También del sur de Morelos es la aspirante a la diputación federal Laura Ocampo Gutiérrez, quien ya fue diputada local y presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI en la década de los noventa, en la etapa previa a la solicitud de licencia del gobernador priista Jorge Carrillo Olea.
Éstos son ejemplos aislados de la participación de las mujeres en todos los partidos políticos y en los diversos procesos electorales. Su actividad cuantitativa es superior a la masculina en los procesos de movilización durante los eventos políticos y en las jornadas electorales, así también en el desempeño de la delicada función de funcionarios de casillas, las autoridades del Instituto Estatal Electoral reconocen su voluntad para aceptar la designación de presidentes, secretarios y escrutadores de las casillas en toda la entidad.
Sergio Estrada, primer alcalde y primer gobernador panista de Morelos, reconoce la participación decisiva en sus procesos electorales para lograr incluir el mayor número de sufragios en ambas contiendas. Los estudiosos de los procesos electorales aseguran que fueron definitivas sus opiniones para determinar.
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA
Primera mujer candidata a la presidencia de la república por el Partido Acción Nacional. Fue en la Asociación Coordinadora Ciudadana titular de la Secretaría de la Mujer. Fue postulada por el Partido Acción Nacional para la Cámara de Diputados en la LVIII legislatura por la vía plurinominal, donde ocupó el cargo de subcoordinadora de Política Económica. Sin embargo, solicitó licencia para retirarse de su cargo al ser designada por el presidente Vicente Fox como secretaria de Desarrollo Social, cargo en que se mantuvo hasta 2006. En esa fecha, renunció para incorporarse a la campaña de Felipe Calderón Hinojosa, entonces candidato del PAN a la presidencia. Terminadas las elecciones y una vez declarado presidente electo, Vázquez Mota se incorporó a su equipo de transición como coordinadora de Enlace Político.
Fue secretaria de Educación Pública 2006-2009 cuando renunció para ser candidata del PAN a la Cámara de Diputados.
A partir de septiembre de 2010, fue elegida presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
El cuatro de septiembre de 2011 anunció que solicitaría licencia al cargo de diputada federal y líder de la bancada panista para buscar la candidatura presidencial de su partido. El 17 de noviembre el PAN publicó oficialmente su convocatoria para la elección de su candidato a la presidencia y el día de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, se registró formalmente como su primera aspirante, y su registro fue aprobado el 17 del mismo mes junto con los registros de Santiago Creel y Ernesto Cordero.
El cinco de febrero de 2012, se realizó la que sería la primera vuelta en la elección interna del PAN, y se tuvo como resultados preliminares la victoria de Josefina Vázquez Mota con el 55% de los votos, sobre el 38% de Ernesto Cordero y el 6% de Santiago Creel, estando contabilizado en esa noche el 86.7% de la totalidad de votos emitidos, tendencia que fue considerada irreversible por el presidente de la comisión de elecciones, lo que en consecuencia le otorgaba la candidatura sin necesidad de celebrar una segunda vuelta electoral, lo cual fue reconocido por sus contrincantes y la dirección del partido.
En las últimas semanas las intenciones de voto a favor de ella se han incrementado. Encuestadoras y analistas consideran que la presidencia de la república se definirá entre la abanderada y el priista Enrique Peña Nieto. Los porcentajes en las encuestas han provocado en el periodo de “veda electoral” encuentros diversos entre los analistas que impulsan las propuestas de ambas organizaciones.
La determinación de que sea una mujer la abanderada presidencial del PAN ha provocado la revisión de las estrategias en las diversas fuerzas políticas de Morelos. El mayor impacto lo ha resentido el PAN, en donde las diferencias entre la estructura del gobernador Marco Antonio Adame Castillo, que impulsa la intención del ex secretario de Finanzas, Alejandro Villarreal, contra la del senador Adrián Rivera, continúan. Esta organización se convirtió en la segunda fuerza política en Morelos en 2009; sin embargo, la evolución de las precampañas la ha colocado según las encuestadoras en una posición desde la cual puede buscar el triunfo en Morelos. Por ello, la designación de candidato a gobernador se dejó para el 18 de marzo, cuando realizarán la elección entre militantes y adherentes.
Esta organización acude al procesos electoral 2012 sin la participación de quienes arribaron por primera ocasión a diversas posiciones: su primer senador fue Javier Alvarado Ibarez, que no participa en esta ocasión; su primer alcalde fue Rodolfo Esquivel por Emiliano Zapata, (cuatro horas de diferencia con Cuernavaca), quien no participa; su primer gobernador, Sergio Estrada, renunció a la organización en un acto público en 2009; la primera mujer en triunfar en las urnas, Erica Cortés, diputada local, no participa. Subsiste el primer presidente estatal que logró triunfos en las urnas, Adrián Rivera Pérez.
La determinación a favor de Vázquez Mota provocó la revisión de estrategias en los comités nacionales y estatal del PRI y del PRD, el lenguaje cambió, cuando el proyecto advierte en igualdad de circunstancias la participación de una mujer.
ROSARIO ROBLES
Rosario Robles Berlanga es la única mujer que ha desempeñado el cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal; inició actividades en el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, en 1989 fue miembro fundador del PRD, en 1994 fue electa diputada por su partido. Es licenciada en Economía y tiene una maestría en Desarrollo Rural.
Fue designada secretaria de Gobierno del Distrito Federal en 1997 por el entonces recién electo primer jefe de Gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas
Presidió la mesa central de la reforma política del DF que estuvo integrada por las dirigencias de todas las fuerzas políticas de la ciudad. En dicha mesa se concretaron acuerdos que derivaron en la creación de un nuevo Código Electoral para la capital del país y la creación del Instituto Electoral, además de impulsar la participación ciudadana mediante las figuras del plebiscito, consulta popular y referéndum. Lo anterior fue determinante para que las marchas y plantones en la ciudad disminuyeran hasta un 70%. En septiembre de 1998 fue designada por la Asamblea Legislativa para sustituir a Cárdenas cuando éste renunció a la jefatura de gobierno para iniciar su tercera campaña rumbo a la presidencia de la república en 2000. La actuación de Rosario Robles al frente del Distrito Federal fue sumamente controvertida. Contraria a la actuación de Cárdenas, quien había mantenido una comunicación bastante discreta, Robles encabezó una importante campaña de publicidad en televisión que promocionaba obras de su gobierno y apoyaba de manera personal la candidatura de Cárdenas. Sus adversarios la acusaron de promover su imagen personal; a las críticas ella respondía diciendo que eran el machismo y la misoginia de la política mexicana los que se resistían a ver a una mujer gobernando la capital del país, además de señalar que su campaña mediática obedecía a una política de comunicación social del gobierno. En ese tiempo también pronunció de manera continua la frase “tengo las faldas bien puestas”, en referencia a su determinación y fortaleza. Se mantuvo con una popularidad bastante aceptable dentro del gobierno del Distrito Federal, superando incluso al gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas.
Propuso permitir el aborto en el Distrito Federal, lo que sería conocido como la Ley Robles. Así mismo, emprendió una investigación contra el ex regente de la ciudad, el priista Óscar Villarreal, por el supuesto delito de peculado, tras acusarlo ella misma de haber desviado recursos públicos a grupos priistas como Antorcha Popular que según Robles actuaban como grupos de choque contra el gobierno de la ciudad. Realizó algunas obras sociales y de remozamiento de la imagen urbana de la ciudad, participando ella personalmente.
Según sus propias palabras en su libro “Con todo el corazón”, ella misma desde el gobierno apoyó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador para que éste ocupase el cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal. Según ella, el partido contaba con buenos candidatos como Demetrio Sodi, Pablo Gómez e Ifigenia Martínez, pero sólo López Obrador podía garantizar la permanencia del partido en el gobierno de la ciudad.
En 2002 se postuló como candidata a la presidencia de su partido, el PRD, siendo señalada como la candidata de Cuauhtémoc Cárdenas y del grupo más izquierdista dentro del partido, que acusaban a la presidenta en funciones, Amalia García, de haber provocado una gran baja en la intención de voto del partido y al otro candidato a la presidencia, Jesús Ortega, de ser proclive a la negociación con el gobierno de Vicente Fox. Ganó las elecciones y ocupó el cargo de presidenta ese mismo año.
Uno de sus principales ofrecimientos de campaña fue el de lograr que el PRD consiguiera el 20% de los votos en las elecciones legislativas de 2003 y que de no conseguirlo, renunciaría a su cargo. Como presidenta del partido, nuevamente emprendió una fuerte campaña mediática de promoción del voto rumbo a las elecciones de 2003. El lema de la campaña fue “Es tiempo de la esperanza”; su estrategia fue criticada por algunos sectores del partido al considerar que se asemejaba mucho a las campañas de los otros partidos políticos. Fue también en ese tiempo que se alió con el empresario argentino Carlos Ahumada para obtener mayores fondos. Realizó reuniones en su domicilio con varias mujeres de la política mexicana, incluyendo a figuras tan disímbolas como Patricia Mercado, Elba Esther Gordillo y Martha Sahagún. Ante las críticas, ella señaló que a pesar de sus diferencias políticas, todas buscaban el bien de México y la mayor participación de la mujer mexicana en la política.
Su primera experiencia electoral fueron las elecciones locales del Estado de México en mayo de 2003, en las que se renovaba el Congreso local y los presidentes municipales. El partido salió bien librado obteniendo cerca del 30% de los votos y algunos municipios importantes.
En las elecciones federales, el PRD no obtuvo el 20% del voto prometido por Robles, aunque se quedó cerca y aumentó su presencia en la Cámara de Diputados. Ella consideró la elección como un triunfo, pero fue presionada dentro del propio partido y acusada de haber dejado una enorme deuda por concepto de los promocionales electorales en la televisión, principalmente. Fue sustituida por Leonel Godoy.
El tres de marzo de 2004, Televisa transmitió por primera vez un vídeo donde se veía a René Bejarano, en ese momento líder de la mayoría del PRD en la Asamblea Legislativa del DF y anterior secretario particular del jefe de gobierno Andrés Manuel López Obrador y considerado sumamente cercano a Rosario Robles, recibiendo una gran cantidad de dinero del empresario Carlos Ahumada para favorecer las campañas de los candidatos del PRD y posteriormente ser favorecido con contratos y licitaciones. Al escándalo de Bejarano le siguieron otros videos en donde aparecían otros connotados miembros del PRD en el DF, como Ramón Sosamontes y Carlos Imaz. En los días siguientes todos ellos señalaron a Rosario Robles como la persona que les había presentado a Ahumada y les había sugerido aceptar su ayuda y luego favorecerlo desde el gobierno; además se estableció que Robles y Ahumada tenían una relación sentimental que él aprovechaba para conseguir favores del gobierno para sus empresas de construcción, aunque él señaló que, por el contrario, los funcionarios gubernamentales le exigían las presuntas "donaciones" para las campañas para así otorgarle los contratos. Sin embargo, todas las versiones situaban en el centro del escándalo a Rosario Robles, aunque ella siempre negó cualquier participación en los actos de corrupción de Carlos Ahumada y los funcionarios del gobierno del DF. Pero ante el embate de las críticas, se vio obligada a renunciar como miembro activo del PRD en 2004 (adelantándose a una anunciada expulsión) y desde ese año se ha alejado relativamente de la escena política de México.
Tras su expulsión, se distanció de Andrés Manuel López Obrador y deploró que éste no la hubiese apoyado en los escándalos. En comentarios posteriores a su renuncia, acusó a López Obrador de llevar al partido por caminos diferentes de la izquierda y se pronunció a favor de una eventual cuarta candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas ante la posible candidatura de Marcelo Ebrard por el PRD para la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Robles criticó que el partido aceptara candidaturas externas y anunció su intención de postularse para jefa de gobierno del DF; intentó la candidatura por el Partido Socialdemócrata, que finalmente la rechazó como candidata.
A partir de enero del 2007, Robles es socia fundadora de la alianza empresarial (SOSTEN Centro de Inteligencia) orientada especialmente a campañas políticas. El primer trabajo como consultora política privada fue apoyar a Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán. Apoyó también la campaña de Blanca Alcalá, alcaldesa de la ciudad de Puebla para el periodo 2008-2011.
El día ocho de mayo de 2007, Rosario Robles incursionó en la escena teatral: participó en el elenco de una puesta en escena titulada “Los Monólogos de la Vagina”. Los fondos recaudados en la función fueron destinados a una fundación que apoya a mujeres con cáncer. En dicha obra han participado diversas personalidades artísticas; sin embargo, fue la primera vez en la que una mujer dedicada a la política se unía al elenco.
El 15 de julio de 2009, El Universal anunció que el ex candidato panista a la alcaldía de Cuernavaca, Sergio Álvarez Mata, se desistió de impugnar ante el Tribunal Estatal Electoral los comicios del cinco de julio, en los que resultó derrotado.
Dijo que tras su participación electoral retomará su espacio en el Senado de la República, cuyo cargo desempeña su suplente, Leticia Rivera Cisneros, desde el inicio del periodo legislativo, pues Álvarez Mata aceptó la invitación de ser secretario de Gobierno en Morelos.
Álvarez Mata oficializó su regreso al Senado luego de sostener una entrevista con el gobernador Marco Adame Castillo, la tarde del lunes, en la que también participó el líder de la bancada del PAN en el Congreso del estado, Óscar Sergio Hernández Benítez.
Declaró a la prensa que su decisión de retomar la senaduría se debe a los compromisos que adquirió con la población de Cuernavaca en su etapa de campaña política.
Aseguró que desde esa posición gestionará programas de apoyo para los habitantes de la llamada ciudad de la eterna primavera.
Así concluyó la primera gestión de una senadora por el estado de Morelos.