Dijo que este mecanismo ya se aplicó en el caso de Tlaltizapán, que es la primera alcaldía que logró del Congreso local la aprobación para contratar deuda, sin embargo, es un procedimiento que podrá repetirse de manera recurrente, para evitar trámites largos y engorrosos.
No obstante, la funcionaria aclaró que ello es exclusivamente ante deudas a pagar al finalizar la actual administración de las alcaldías, “todas aquellas contrataciones de deuda que se hagan a plazos mayores deberán pasar necesariamente por el fideicomiso, mismo que ya está instituido por parte del Gobierno estatal, pues fue un instrumento para el préstamo obtenido por parte del Gobierno estatal”.
Flores Garza explicó que el mandato irrevocable debe ser aprobado por el cabildo en pleno, ahí se establece el acuerdo en el sentido de que el pago del dinero contratado será cubierto mediante deducciones a las participaciones mensuales y es una decisión institucional, es decir, seguirá vigente sin importar cambio de mandos.
Mencionó que “esta es una forma de evitar cualquier incumplimiento en los plazos previstos porque Gobierno estatal interviene sus recursos y descuenta los pagos de deuda mensualmente”. Más aún, dicho mandato es certificado ante notario público y cuenta con todas las formalidades para que sea inviolable.
Pero reconoció que todavía no hay ninguna definición, ni certeza en relación a la aprobación de parte del Poder Legislativo en la contratación de débitos para unos 20 ayuntamientos más, de cualquier manera, si ello ocurre, Banobras está dispuesto a agilizar la entrega de esos recursos y eso es también un avance.
El Gobierno estatal se ha mostrado solidario con los alcaldes cuando ha sido necesario, a principios de este año se les entregaron adelantos de participaciones por el equivalente a unos 500 millones de pesos, sin embargo, en estos momentos sería casi imposible aceptar más compromisos, la única vía es que el Congreso les autorice los préstamos, aclaró.