La funcionaria estatal argumentó que “es necesario separar lo que se ha dicho en algunos medios de comunicación, en relación a otro tipo de cuestiones personales de la maestra. Decirles que ella incurrió en una serie de irregularidades en la prestación del servicio”.
Sostuvo que también se decidió separar a la directora Martha del Carmen Tavira, debido a que ella es la encargada de vigilar que los servicios se presten de manera adecuada y como autoridades educativas “se tiene enfocado el problema en estricto orden laboral”.
Aragón Celis rechazó que las decisiones del IEBEM se hayan tomado por cuestiones de homofobia, como en su momento lo declaró la propia docente de educación física, de quien incluso se hizo público un video en el que muestra cómo algunos padres inconformes la jalan para echarla del plantel, el lunes pasado, por algunos integrantes del comité de la sociedad de padres de familia.
En su versión, la directora del IEBEM dijo que desde hace varias semanas se acordó en una mesa de trabajo entre la maestra, los inconformes y la Coordinación de Educación Básica, que la maestra estaría fuera de la escuela mientras se resolvía la investigación sobre su desempeño como profesora. Por lo tanto, la decisión más reciente de separarla del plantel, junto con la directora, obedeció –subrayó Aragón Celis– al rompimiento de ese acuerdo: “la maestra ingresó al plantel y sucedió lo que ustedes ya saben”.
Cuestionada sobre lo que pasará en este caso, la directora del organismo comentó que en este receso escolar se definirá qué hacer y cómo movilizar el personal directivo y docente para que pueda realizar su trabajo de manera regular.
Aseguró que en la secundaria número 13 no se han suspendido las clases, por lo que “los alumnos contarán con calificaciones de fin de curso, incluso de educación física”.
En cuanto al conato de violencia que se registró el lunes, cuando los padres echaron a la profesora y otros maestros intervinieron al ver que los inconformes la confrontaban, la directora del IEBEM responsabilizó a la docente, “porque la maestra volvió a ingresar; la maestra sabía perfectamente que tenía que retirarse de la escuela. Ella ingresó y eso provocó la molestia de los padres de familia porque se había llegado a un acuerdo. Los trabajadores de la educación tenemos que entender y este mensaje va para todos: cuando hay un acuerdo con los padres, en este caso de la coordinación estatal de los servicios de educación básica, se tienen que respetar”.
Argumentó que como autoridad no está en contra de ninguno de sus compañeros trabajadores, pero su principal responsabilidad es garantizar que haya servicio educativo.
Sobre la separación de la directora, Marina Aragón expuso que en su momento ella tuvo que haber vigilado que el servicio de educación física se diera de manera eficaz y posteriormente que se cumplieran los acuerdos tomados para mantener el orden y la tranquilidad en la escuela.