Los hechos se registraron el pasado 23 de agosto en la colonia Nueva Morelos, en el municipio de Xochitepec, cuando Jhony “N” descendió de una ruta para dirigirse a su casa y fue abordado por Miguel Ángel, quien le dijo que siguiera caminando y no llamara la atención.
La víctima declaró ante el ministerio público que reaccionó dándole una patada al agresor y huyó con dirección a casa de una amiga en la calle Pírul, donde se introdujo, pero al lugar llegó Miguel Ángel, quien gritaba que saliera del inmueble.
La propietaria de la casa salió y discutió con el hombre, quien sacó un arma hechiza calibre 25 y disparó en dos ocasiones contra la fachada de la vivienda, amenazando a la mujer y al joven con regresar con sus amigos de la banda “Los Rojos” para asesinarlos “y hacerlos cachitos”.
Asustadas, las víctimas llamaron a la Policía, que detuvo al hombre cuando intentaba meterse a un domicilio, pero chocó con el portón, quedando tirado en el lugar y con la pistola a un costado de él.
En la audiencia de ayer, la Fiscalía de Asuntos Foráneos alegó que el hombre es responsable del delito de amenazas y que se acreditaba la flagrancia del delito, pues fue detenido pocos minutos después de que realizó los dos disparos.
El hombre traía entre sus ropas más de 30 balas de calibre 25, las cuales fueron entregadas a la Fiscalía como prueba e incluso en la casa donde se realizaron los disparos se encontró un proyectil fragmentado.
No obstante que la detención se realizó a las 16 horas con 24 minutos, el hombre fue entregado al Ministerio Público la madrugada del día siguiente, pero lo anterior no fue observado por el juez que en ese momento analizaba si la aprehensión era o no legal.
Tras dar lectura a las partes policiacos, así como las declaraciones de las víctimas, la Fiscalía solicitó aplicar una medida cautelar para el detenido para que pudiera enfrentar un juicio por el delito de amenazas.
Sin embargo, la respuesta del juez fue inesperada, pues tajante dijo al momento de dar lectura al auto:
“A criterio de este juzgador se tratan de meras balandronadas”, utilizando la palabra “balandronada” como un sinónimo de fanfarrón, pues consideró que el imputado sólo presumió tener nexos con la banda de “Los Rojos”, pero que en los hechos no es así.
Sin embargo, el Código Penal refiere que se incurre en el delito de amenazas cuando “una persona anuncie o advierta a otra con causarle un daño a él, su familia o a otra persona con la que esté íntimamente vinculado”.
El juez se declaró incompetente para conocer del asunto, pues el delito de portación de arma de fuego es un delito que corresponde al fuero federal, así que dejó en el ministerio público la facultad de ponerlo a disposición de la autoridad correspondiente.