Las docentes acusaron que fueron rescindidas “como represión” porque en su momento, participaron en el conflicto magisterial y acusaron que por este problema, más de 70 estudiantes toman clases desde hace más 15 días en la calle, e incluso ya hubo denuncias penales, pues se ha llegado a lesiones físicas.
Las profesoras Guillermina Vega Rojas y Mirna Alicia Rivera Lozada sostuvieron que han sido objeto de hostigamiento laboral desde el 2008. Entrevistado al respecto, el responsable del sector educativo negó que se trate de un asunto con intenciones distintas a la tranquilidad del plantel.
Aseguró que la determinación de separación de las dos profesoras fue del IEBEM, que hizo un estudio de las circunstancias legales del caso, en virtud, de que conforme a la información de dicho organismo, las citadas maestras habrían retenido las llaves del centro educativo y generado que las clases no se desarrollen de manera normal.
El secretario indicó que no hay ninguna otra clase de interés, al tiempo de negar categóricamente que en ese jardín de niños, haya una familiar suya laborando como maestra.
Destacó que el conflicto en esa escuela de Cuautla, ha tomado carácter de tipo personal entre las maestras y algunas otras trabajadoras, entre ellas la directora y jefa de sector, así como supervisora; y con el fin de evitar más consecuencias de violencia y regresar a la normalidad en ese plantel, se habría tomado la decisión “jurídica y mejor para los niños, los padres de familia y en general para la comunidad educativa”.
En otro orden de ideas, el secretario informó que el sector educativo habrá de participar en todas las estrategias que se han diseñado como parte del plan gubernamental, para abatir las adicciones y sobre todo prevenirlas.
Dijo que además es importante llamar de nueva cuenta a las autoridades municipales a que realicen su parte, pues conforme a sus competencias, podrían colaborar en evitar que se venda alcohol y cigarrillos a menores de edad en las cercanías de centros educativos.