Dijo que no se trata de nada nuevo, pero los ríos, Apatlaco y Cuautla, son los más afectados por la insuficiencia de estructuras de saneamiento, motivo por el cual no es posible sancionar a quienes afectan estos caudales.
En lo que respecta a la cuenca del Apatlaco, el 90 por ciento de los contaminantes procede de descargas de aguas residuales de Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y otros municipios.
De ahí que se esté trabajando en la construcción de 10 plantas de tratamiento que intentarán revertir los efectos negativos a mediano plazo, una de ellas, la del Río del Pollo, entre Cuernavaca y Temixco, ya se inauguró.
Pero el trabajo tiene que ser mucho más completo, a estas plantas debe continuar una enorme red de sistemas de colectores de aguas negras, para poder cerrar el círculo y esto no es nada fácil, son millones de pesos los que se requieren para lograrlo.
A nivel de municipios, en promedio, sólo el 20 por ciento de los líquidos residuales son tratados, el 80 por ciento suele vaciarse en arroyos, canales y ríos, en ese sentido estamos en pañales, de ahí que esta administración de Gobierno esté haciendo énfasis en inversión de infraestructura. Y a pesar del sistema de monitoreo, Valencia Vargas aceptó que la Conagua adolece del capital humano e instrumental suficiente como para poder mantener una vigilancia estricta en el cuidado del agua, se hace lo que humanamente se puede.