Cuernavaca, Morelos.- Con un discurso defensivo, la magistrada Nadia Luz Lara Chávez presentó su último informe de labores como presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), y advirtió a sus detractores que se va con las manos limpias y que cualquier señalamiento en su contra lo enfrentará con base en la ley.
Recalcó que los ejes rectores de su administración fueron la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas, así como entre sus logros destacó la creación del Tribunal de Tratamiento de Adicciones y la Unidad de Equidad de Género, la terminación de las instalaciones del TSJ en Jojutla y la colocación de la primera piedra para la construcción de la Ciudad Judicial en el poblado de Atlacholoaya, en el municipio de Xochitepec.
Sin embargo, su último discurso como magistrada presidenta tuvo dedicatoria para sus detractores, para quienes –dijo- desde los medios de comunicación lanzaron injurias y calumnias
“En ningún momento me dejé vencer por el patrimonialismo ni cedí al abuso. La presidencia siempre fue del tribunal, jamás la sentí mía o de mis amigos. Regí mis actos por la ley y a ella me atengo. Desde múltiples seudónimos, desde una vena dizque justiciera de los medios, de los foros, se ataca vilmente a quien se va, se calumnia e injuria, se culpa de los errores propios”.
Dijo que durante su administración buscó la armonía, la paz institucional y social, pero reconoció que la reciente elección confrontó a los integrantes del Pleno del TSJ que, finalmente, mediante un proceso democrático determinaron por mayoría elegir a la nueva titular de este tribunal.
“No abjuré, ni renuncié a un voto que no sólo es atribución, sino deber, personalísimo ese deber, pero nunca entregado a priori (dijo en alusión a su voto a favor de su homólogo Jorge Gamboa, que compitió como aspirante). En este recinto quedó expresada la consensada decisión de un órgano de pares que decidieron el rumbo que a partir de mañana (hoy) tendrá esta institución”, resaltó.
Recalcó que nunca fue dictadora ni déspota y pronunció un mensaje expresamente dirigido a sus detractores. “Por último, encararé con la frente en alto las acciones de mis malquerientes que ayer me buscaban con afán y hoy denuncian un rencor. Al más severo de mis jueces, mi conciencia vive en mí, y salgo de la presidencia con las manos limpias de inequidades y con la frente en alto, y como lo dije siempre, firme y digna”.
En su discurso, la nueva magistrada presidenta y la tercera mujer en ocupar este cargo en la historia del TSJ, María del Carmen Cuevas López, convocó a todos los integrantes del tribunal a tener “un Poder Judicial que se enarbole de prestigio cimentado en sus resoluciones ajustadas a las normas constitucionales convencionales y legales que nos rigen, apostemos a un TSJ con plena autonomía, eficiente y transparente en sus procesos jurisdiccionales y eficaz en sus decisiones”.