Luego de que por unas horas el Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (STAUAEM) colocó las banderas rojinegras en las instalaciones universitarias y descalificó al rector Alejandro Vera Jiménez; el presidente de la Fecap, Alejandro Smith Vázquez, llamó a los trabajadores universitarios y principalmente a los académicos a reflexionar sus acciones, ya que son el ejemplo y los formadores de generaciones futuras de profesionales e intelectuales.
Tras las presiones a la rectoría de los sindicatos de empleados administrativos y académicos, que reclaman el pago de su catorcena y aguinaldo, consideró que “parecieran ser acciones poco reflexivas, incluso desvinculadas del contexto de la lucha que ha emprendido la universidad en su totalidad, pareciera que aquí hay una idea de primero mi salario y lo demás no me importa”.
Llamó a los sindicatos a la reflexión y concientización porque están en un contexto histórico, en el cual “la universidad unida a la sociedad civil, está luchando porque se cumpla la legalidad y que no haya abusos por parte del poder público, pero su actitud no hace más que debilitar esa lucha con un argumento totalmente desconsiderado”.
Lamentó que se hayan generado cuestionamientos y hasta exigido la renuncia del rector Alejandro Vera Jiménez, con base en dudas y desinformación respecto a los recursos destinados para el pago de salarios y prestaciones de los trabajadores universitarios.
“Si ellos tenían una duda, no pueden tomar acciones antes de resolver la duda, entonces ellos juzgaron de antemano que hay un culpable al que están presionando, en este caso al rector y su administración de la universidad, pero descontextualizan una lucha a una situación a que es primero mi quincena y dejan de lado los ideales, la institución”, dijo.
Sostuvo que la postura no es una defensa a ultranza del rector, sino de la lucha emprendida por la universidad para defender a la sociedad, y particularmente, “en su interior su masa pensante, que son los maestros, no están respondiendo a esa lucha de ideales y se quedó atrás al priorizar su interés en sus quincenas, sin darse cuenta que hay una sociedad que está a veces sin empleo, que no tiene ni quincena ni aguinaldo y que está siendo oprimida por un sistema, en donde la expectativa de esta sociedad estaba fincada en los intelectuales, en la masa pensante universitaria y resulta que esa masa pensante da la espalda a los ideales y dice primero mi quincena”.
Y recalcó: “Los que salen perdiendo no sólo son los jóvenes, sino la sociedad civil, porque ellos están tomando una actitud de mero burocratismo sin ideales. El llamado es a que recapaciten y que más allá de los intereses están los ideales”.
