La diabetes mellitus es la causa de alrededor del 50% de los casos de enfermedad renal en México. Al conmemorar ayer jueves el Día Mundial del Riñón, el ISSSTE reforzó las acciones para la prevención de este tipo de afecciones.
La insuficiencia renal crónica es considerada un padecimiento “catastrófico”, por las implicaciones que tiene, tanto en la condición de vida del paciente, como en el impacto económico familiar.
La institución informó que, de acuerdo con el experto en nefrología Rodolfo Antonio Cortina Márquez, la diabetes mellitus ocasiona cerca del 50% de los casos de enfermedad renal crónica; junto con la hipertensión arterial y la obesidad, es el gran factor de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles.
El citado especialista, quien es jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Regional “Licenciado Adolfo López Mateos”, destacó que se considera un padecimiento catastrófico “por el impacto negativo en la salud de los pacientes, en la dinámica familiar, en la discapacidad laboral y los altos costos en su atención para las instituciones”.
“Si bien la ciencia y las tecnologías médicas avanzan y hoy instituciones como el ISSSTE cuentan con terapias de reemplazo renal como la hemodiálisis y la diálisis, la calidad de vida de los enfermos se deteriora considerablemente y el impacto financiero para las instituciones es insostenible e inviable, pues el costo promedio mensual del tratamiento por paciente con enfermedad renal crónica, incluidas las terapias de reemplazo renal, va de 25 (mil) a 35 mil pesos, por lo que la apuesta del Instituto por la salud de sus derechohabientes está en la prevención”, señala el comunicado.
El instituto -según el documento mencionado- gasta anualmente más de 15 mil millones de pesos en atender cinco enfermedades crónico-degenerativas: cáncer, padecimientos cardiovasculares, insuficiencia renal, hipertensión y diabetes.
Por esta razón, se impulsa un cambio del modelo de salud curativo al preventivo, cuyo objetivo es anticiparse al daño.
Cortina Márquez exhortó a la población a comprometerse con el autocuidado de su estado de salud, pues tras la enfermedad renal y los padecimientos que la causan, diabetes e hipertensión arterial, está el problema de salud pública número uno en México: la obesidad y el sobrepeso.
De acuerdo con datos de la Encuesta ENSANUT 2016, “la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad afecta al 33.2% de niños de 5 a 11 años, 36.3% a adolescentes y al 72.5% de los adultos de 20 años y más, lo que revela la imperiosa necesidad de emprender acciones para su prevención y control.
Otro dato revelador es que de acuerdo a la misma fuente, 46.4% de los pacientes con diabetes mellitus encuestados, durante el último año no tomaron medidas para prevenir complicaciones, por lo que urge motivar a las personas a emprender cambios por una alimentación más sana y balanceada y la activación física moderada por 30 minutos por cinco días a la semana, que recomienda la OMS para abatir el riesgo de enfermedades crónicas transmisibles”.
Las recomendaciones básicas que expone el ISSSTE en este programa son las siguientes: “Cuida tu dieta y la de tu familia, cuida tu salud, haz ejercicio y visita al médico por lo menos una vez al año, para que te realice un chequeo integral; con estas sencillas acciones puedes mejorar mucho tu calidad de vida”.
Finalmente, el experto alertó sobre el gran riesgo que constituyen las dietas altas en sal para enfermar de hipertensión arterial a edades tempranas. “Hoy en día en las unidades médicas vemos pacientes que consumen de siete a 10 gramos de sal, cuando el consumo adecuado es de 1.5 gramos al día”. Entre las medidas recomendadas destacó el no usar saleros en la mesa, evitar la ingesta excesiva de frituras y botanas saladas y hacer un uso moderado de la sal al preparar los alimentos.