Cabe recordar que el pasado jueves 18 de marzo, el agente de la Policía Industrial Bancaria y Auxiliar Teodoro Hernández Hernández, que vigilaba el acceso al área de urgencias del hospital, cayó herido por disparos de arma de fuego, debido a que habría impedido la entrada de unos sujetos, que presuntamente pretendían entrar para “rematar” a un joven que se encontraba en ese momento en el interior, donde era atendido por lesiones, provocadas, igualmente por bala.
Los disparos provocaron alarma entre los usuarios del servicio, así como entre médicos, enfermeras y demás trabajadores y directivos. Además, este lunes, ingresó al mismo hospital un joven que había sido hallado envuelto en una cobija y herido con disparo de arma de fuego en la cabeza.
A este antecedente, se suma la balacera registrada a finales del año pasado, en las calles cercanas al “G. Parres”, durante el operativo en el que murió el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva y derivada de la cual al menos dos personas fueron ingresadas a ese hospital para su inmediata atención, e incluso tuvo que permanecer cerrado por algunas horas.
Al respecto, el secretario de salud indicó que en el Hospital General de Cuernavaca se recibe a pacientes por todo tipo de accidentes, “muchos de ellos violentos, vinculados incluso con actividades delictivas, recibimos también a internos de Centros de Readaptación Social de otras partes del estado. Evidentemente un hospital pues siempre tiene un alto riesgo y por lo tanto es un asunto que tenemos que ir atendiendo de manera paulatina en coordinación con las instancias correspondientes”.
Dijo que en casos como los ya referidos se ha solicitado reforzar la vigilancia: “nosotros lo hemos solicitado, y de hecho fue la razón por la que tenemos una policía más capacitada para ello, y por tanto es importante tenerlo siempre vigilado cuando haya traslado de personas con alto riesgo”.
Consideró que no sería necesario mantener de forma permanente un notorio resguardo del nosocomio, como blindado o cercado, en virtud de que la afluencia es muy alta y en lo cotidiano la población acude a recibir atención médica, por tanto, se buscará con las autoridades competentes que se refuercen las medidas que actualmente existen – permanece la vigilancia de elementos de la PIBA-, cuando haya casos específicos que así lo ameriten.