Ofrecerá una exposición fotográfica en Chicago.
El próximo 15 de junio es probable que los personajes fantásticos (pero reales) salidos de la cabeza de Máximo Cerdio -como Pactú el mimo, el manchas, el pavaroti y otros más- caminen por las calles de Chicago, como parte del equipaje de nuestro entrañable artista en su viaje para presentar en aquella ciudad un muy pequeño fragmento de su obra gráfica.
En la galería Zhou B Art Center, de Chicago, Illinois, Máximo expondrá 36 de sus fotografías, en dos series - “De las distintas formas de abandono” y “Muñecas para ciegos”- de 18 imágenes cada una, pero también les recetará a los gringos al menos una disertación sobre su más que peculiar forma de ver el mundo.
Como en México el verdadero arte no da para comer, el protagonista de esta historia de la vida real espera nervioso e impaciente el momento de tomar el avión mientras hace malabares para reunir el dinero que le permita pasar su estancia por allá con algo más nutritivo que las rebanadas de aire que hoy figuran en el menú.
Su fotografía tiene la fuerza de la mirada distinta, del que ve aquello que los demás ni intuimos aunque el objeto observado siempre haya estado allí. Una parte de esas imágenes también usa de catalizador las palabras que el poeta que aprieta el obturador usa en la descripción.
Por supuesto, sus creaciones incluyen un buen dominio de la técnica, el control de la luz y de todos los elementos que se requieren para hacer que el espectador vea lo que estaba oculto a la vista de todos.
Seguramente no será la primera incursión de Máximo Cerdio por aquellos territorios. Quizá las dolencias que en estos momentos le aquejan son sólo consecuencia de pensar que llegará a terreno hostil, pero habrá que recordarle que los que se tienen que cuidar son los gringos.
Por lo pronto, él –nacido en Chiapas, crecido en distintos lares pero naturalizado morelense- debería saber que nos representa a todos en este viaje.