CRÓNICAS ELECTORALES
Los representantes de los partidos en la casilla 351 instalada frente a la parroquia de San Antón y los cerca de 50 ciudadanos que estaban pendientes del escrutinio y conteo de votos no hicieron caso al presidente de casilla Miguel Ávila Núñez, quien con un letrero en las manos que decía “El escrutinio y los votos deben ser simultáneos” ordenó, a las 19:53 horas que se comenzaran a contar los votos:
“Aquí la ley somos nosotros, el pueblo, y queremos que se cuenten los votos del presidente de México y luego los de gobernador”, exigieron los ciudadanos.
Miguel Ávila Núñez retiró el letrero y habló a la Policía. Se quedó sentado en una silla mientras los ciudadanos contaban los votos.
“Excepto la queja de un ciudadano de que rehusamos las urnas de las votaciones de 2014-2015”, no se había presentado ningún incidente, explicó.
Llegó un oficial, pero vio a mucha gente. Tomó fotografías y se retiró con lentitud.
Ricardo Anaya Cortés, de la coalición PAN-PRD- MC obtuvo 65. Los votos en favor de algunos partidos se seguían contando y cantando; el Verde 5; el PRI 49, el PT 31, el PRD 10, Encuentro Social 18, etcétera, gasta llegar a Morena: 183 votos en favor de Andrés Manuel López Obrador por la coalición Morena-PES-PT.
¡Los ciudadanos, exclamaron un ohhhh, y aplaudieron!
Después continuó el conteo de los votos para gobernador en donde el segundo lugar correspondió a Víctor Caballero Solano, con 86 votos, y de nuevo cuando los ciudadanos contaron 116 en favor de Cuauhtémoc Blanco Bravo, por Morena, hubo una exclamación de júbilo y aplausos.
El conteo siguió después de las 21:00 horas con los demás candidatos a cargos de elección popular.
Más incidentes
Los ciudadanos que votaron en San Antón habían descargado la molestia que traían atorada, porque a las 18:00 horas en la sección 0348, localizadas dentro de la escuela Primaria Gildardo F. Avilés, a un lado de la parroquia de San Antón, los funcionarios de casilla cerraron los dos accesos y no dejaron a los pobladores observar el proceso de escrutinio y cómputo de votos.
Después de que los pobladores amenazaron con bloquear la avenida para que abrieran las puertas de acceso a la escuela, se presentaron seis policías del Mando Único y las puertas se abrieron. El incidente quedo en mentadas de madre de los ciudadanos a los funcionarios de casilla que habían encerrado a los votantes y ciudadanos encargados de las urnas y las casillas.
El inicio también fue accidentado
Sobre la avenida Jesús H. Preciado casi esquina con la calle Chulavista, en San Antón, a eso de las 7:20 de la mañana, un grupo de 20 taxis recibían billetes de 100 y quinientos pesos de tres hombres jóvenes que tenían camisas blancas. Así lo relató Violeta, una habitante de esta colonia que sacó a pasear a su perro a esa hora y vio y escuchó que los hombres decían a los choferes que se repartieran el dinero, pero que llevaran a la gente a votar.
En dos de las tres secciones ubicadas en San Antón (0348 y 0351), respectivamente, localizadas dentro de la escuela Primaria Gildardo F Avilés y en la plaza de la colonia, las casillas se abrieron cuarenta y cincuenta minutos después, porque no llegaban los funcionarios y porque se tardaron en instalar las mesas, sillas y cubos para las votaciones.
Algunas personas que llegaron antes de las ocho de la mañana se molestaron mucho porque dijeron que en su trabajo les habían dado media hora de tolerancia, y que si pasaban de ese tiempo les iban a descontar de su sueldo. Comenzaron a silbar ante la torpeza de algunos ciudadanos que no podían armas las mesas, las sillas o las urnas.
Varios hombres se desesperaron y se marcharon, diciendo que si tenían tiempo regresarían votar.
A las 8:40 horas se abrieron los sellos y los impacientes votantes se relajaron y comenzaron a pasar: había tres o cuatro filas, dependiendo de la primera inicial del apellido; entregaban sus credenciales y alguien decía en voz alta su nombre y comenzaban buscar en las listas nominales. Enseguida se les entregaban las boletas para votar y se metían en los cubos protectores y allí firmaban.
Algunas mujeres llevaban bolígrafo y cuando los funcionarios les indicaban que dentro había todo para que votaran ellas insistían en trazar sus signos con bolígrafo que llevaban para la ocasión.
Algunos perdían prestada la “pluma” a los sufragantes y así se iban sucediendo.
Un anciano reclamó que las urnas estaban armadas, pero no estaban selladas con “diúrex” y varios se unieron al reclamo: las van a “embarazar” o van a hacer “chanchullo” gritaron, y exigieron que las aseguraran con cinta adhesiva. Un funcionario procedió a sellarlas y los ciudadanos siguieron votando.
Dios, el diablo, el futbol y la política
En la iglesia de San Antón, el párroco Antonio Machuca daba un sermón que se escuchaba hasta donde hacían cola los votantes, del otro lado de la calle: “allí donde hay sexo, desobediencia, excesos, mentiras, fraudes, robo, está Satanás; en el corazón de esas personas no está Dios, sino el Maligno…”
En algunas casas cercanas a las casillas se escuchaba las narraciones de un partido de futbol. Rusia, la selección de fútbol consiguió superar a su similar de España en la fase de penaltis de los octavos de final gracias a una brillante actuación del guardameta Ígor Akinféev, que detuvo dos lanzamientos. Con este triunfo la selección rusa llega por primera vez a cuartos de final.
Después de las diez de la mañana la fila en las casillas 0348 y 0351 se hizo más corta. Las personas que iban a sufragar fueron menos, aunque hubo presencia constante.
Afuera, sobre la calle H. Preciado una mujer, que dijo llamarse Ofelia, salió de la casilla 348. Esperaba la ruta. Relató que era representante del Partido Revolucionario Institucional y que los de su partido no le había llevado la papelería (listas nominales): "Nomás me hicieron venir desde las siete, pero no me vinieron a entregar nada, ni los mil pesos que prometieron", expuso.