El personal denunció que fueron robados equipos de alta tecnología y en la zona de quirófanos hay un agujero en el techo.
Trabajadores del Hospital General de Cuernavaca “José G. Parres” protestaron con un “paro de brazos caídos” por la carencia absoluta de insumos. Denunciaron que desde hace semanas hay deficiencias, y en los últimos días el desabasto llegó a la falta de gasas, suturas, toallas para desinfectar las manos, servicio de intendencia y hasta persiste un agujero en el techo del nosocomio.
El personal inconforme -alrededor de dos decenas de médicos, enfermeras, trabajadores sociales, entre otros-, se declaró en suspensión de actividades para reclamar la atención y explicar a la población la situación que enfrentan en dicho nosocomio, para que sea resuelta cuanto antes.
En voz del médico responsable del servicio de traumatología y ortopedia del nosocomio, Francisco Brito Estévez, expusieron que la problemática no es reciente, sino que se ha repetido desde la contingencia por el sismo del año pasado.
Mencionaron que habían estado trabajando como podían, sin contar con lo mínimo indispensable para atender a sus pacientes. En particular, ayer miércoles decidieron hacer un alto para lanzar la denuncia y hacer la solicitud de atención a las autoridades actuales porque la situación se agrava.
El vocero dijo que –literalmente- en el área de quirófano y otra área de la zona quirúrgica hay un hoyo “que comunica al cielo”, de lo cual ya tenían conocimiento las autoridades anteriores porque se registró desde que el edificio fue recibido, tras la restauración o reparación de daños ocasionados por el sismo de septiembre del 2017.
“Sabemos de una empresa fantasma que entró, salió y se han identificado posibles hurtos o robos de equipo de alta tecnología que es básica para el monitoreo de nuestros pacientes, y no sólo eso, se requiere de una revisión a la estructura a fondo para garantizar su operatividad”, y la seguridad ante otros sismos.
En cuanto a la falta de insumos, dijeron que falta lo básico, como suturas, gasas, alcohol y soluciones para esterilizar, por lo que han tenido que participar los familiares de los pacientes con la compra de algunas cosas, y agregó que –incluso- en algunos casos, cuando el paciente no cuenta con posibilidad alguna, los trabajadores “hacemos coperacha para participar en la resolución de una cirugía de emergencia”.
El personal elaboró un listado de insumos indispensables por cada una de las áreas, el cual ya acumulaba varias hojas.
Consideraron que el déficit es resultado de diversas causas posibles. “Esto es creado en principio por el déficit de una organización, o del hurto o robo de las autoridades anteriores… pero tengo que decir que hay falta de una buena organización de entrega recepción y parece mentira que en un área tan crítica como es la de salud, nos tengan -ahora si- desde hace dos o tres semanas, detenidos, donde nuestros pacientes se están complicando y no podemos pasar a darles una solución quirúrgica”.
El médico especialista comentó que directivos que siguen en esas funciones les han dicho que no se renovaron contratos de proveedores, a sabiendas que debía haber continuidad en ese servicio de abasto de insumos indispensables.
Desde el domingo pasado no hay intendencia, es decir, no hay ni quien barra ni saque los residuos biológico-infecciosos.
A decir de los trabajadores, la afectación llega a todas las áreas, como urgencias y hasta quirófanos, porque “desaparecieron” equipos de alta tecnología. “La unidad fue saqueada, no sabemos por quién, de todos los materiales e insumos”.
Refirieron -como ejemplo- que en urgencias no hay monitores o equipo especial para estudios transoperatorios, como laparoscopios, entre otros.
Dejaron en claro que estas condiciones implican afectación y, naturalmente, riesgos para todos los pacientes que están hospitalizados, porque están trabajando con el mínimo de recursos y, si no los hay, entonces se les pide a los familiares que los compren.
Por ello consideraron justo que la población conozca las condiciones en las que laboran y que si hay complicaciones o riesgos, están asociados a este problema.
El vocero manifestó que este conflicto de irregularidades en suministro data de tiempo atrás. Desde hace más de tres años, varios médicos de traumatología y otras áreas protestaron por la baja calidad de materiales que fueron autorizados por la Secretaría de Salud, y hubo represalias para algunos, pero no hubo soluciones reales.
Actualmente hay otros problemas. “El Seguro Popular provee a cada estado en tiempo y forma. Puedo deducir, sin lugar a dudas, que ha distraído recursos este gobierno pasado y hace mal uso de ellos. Una de las consecuencias que tenemos, es que requerimos un millón y medio de pesos al mes para los pacientes que requieren materiales de ortopedia, como clavos, tornillos, placas, prótesis y no los podemos operar porque el día 10 o 15 se acaba el convenio por parte de esas autoridades”.
Se pronunciaron por que se nombre una comisión interna para que se verifique la calidad de los insumos que se van a adquirir luego de la licitación, ya que tienen conocimiento de que el material quirúrgico -en general- es de pésima calidad.