El papá de Axel “N”, el niño muerto por una bala en el pecho en Atlacomulco, se le fue encima a uno de los reporteros y le dio un puñetazo en la boca. El periodista se retiró dolido y siguió grabando. Según se pudo observar, el reportero grabó imágenes de los papás del niño a pesar de que éstos habían exigido a los medios de comunicación que no querían ser grabados con video ni fotografiados y que no hablarían a la prensa.
Esto sucedió ayer a eso de las 3:05 de la tarde, durante el homenaje de cuerpo presente que el equipo de basquetbol Cobras Pino, donde jugaba el niño, le rindió en las canchas del campo deportivo Satélite, en la colonia del mismo nombre.
El espacio había sido adornado por los chicos y sus padres con globos y con cartulinas. Una de ellas, la que tenía una foto del pequeño decía: “Un excelente jugador de baloncesto, un gran amigo, un increíble compañero, partió de nosotros pero ya estás en un lugar mejor, aunque hubiera preferido que siguieras aquí”.
Los familiares del chico habían llevado su cuerpo dentro de un ataúd blanco; pusieron su retrato sobre la caja en medio de la cancha y sus compañeros de equipo jugaron un juego en su honor y gritaron porras a Axel.
Hubo mucho llanto por parte de sus familiares y sus amigos. En uno de los extremos, la madre del pequeño que hasta el momento había permanecido callada no se pudo contener. Mientras los niños jugaban ella comenzó a llamar a su hijo:
–¡Axel, párate de ahí. ¡Ven a jugar mi amor! ¡Me mataron a mi bebé! –gritaba, en tanto era abrazada por su esposo. Los dos, muy jóvenes, morenos, delgados, él más bajo que ella.
Mientras se realizaba el juego en homenaje al niño, entró a las canchas una anciana que dijo ser la abuela de Axel. Varios reporteros se desplazaron hacia ella cuando vieron que era entrevistada.
La mujer dijo que su nieto era un niño muy sano, no le hacía daño a nadie, que se dedicaba a su escuela y a jugar, porque le gustaba mucho el basquetbol:
–No es posible que hayan privado de la vida a una criatura de diez años. Les pido a las autoridades que hagan algo –exigió.
Los papás de Axel se acercaron al ataúd y un camarógrafo comenzó a grabarlos. Un hombre vestido de blanco con mezclilla se acercó al camarógrafo y le dijo que se retirara y una mujer, familiar del niño, comenzó a gritar a todos los reporteros que se salieran de la cancha y que ya no siguieran cubriendo. “No saben hacer su trabajo. No saben respetar”, reclamó. Ante esto, los representantes de los medios de comunicación comenzaron a abandonar la cancha y se fueron.
A las dos de la tarde, los familiares habían citado a los reporteros en la calle Vicente Guerrero, en la colonia Granjas. De ahí partiría el cortejo hacia el campo deportivo para realizar el homenaje de cuerpo presente, y de ese lugar se trasladarían al poblado de Atlacomulco de Jiutepec, haciendo una parada en la escuela primaria “Mártires de la Libertad” de la colonia Ampliación Chapultepec de Cuernavaca –que colinda con la citada comunidad–, donde sus compañeros recibirían el cuerpo; hecho esto, se encaminarían al panteón municipal de Atlacomulco.
Pocos minutos después de las dos de la tarde varios reporteros llegaron al lugar de donde partiría el cortejo. Fueron recibidos en una casa con las puertas de un garaje abiertas, donde comía un grupo de personas. Los invitaron a pasar y adentro, una mujer, que afirmó ser familiar del niño Axel, les dijo que no habría declaraciones de nadie y que sólo podrían documentar el homenaje en el campo deportivo; que estaba prohibido sacar videos o fotos a la mamá y al papá del niño y que no debían citar nombres.
De acuerdo con esta mujer, que no quiso dar su nombre, la razón de esta decisión de la familia fue porque ese mismo día en esa calle había pasado un perifoneo anunciando que en el periódico que anunciaban venía la nota del niño “asesinado por un ajuste de cuentas de la familia”.
Aun cuando los reporteros insistieron en que ellos estaban ahí para escuchar a la familia y que la sociedad podría tener esa versión de la familia por conducto de ella, la mujer se negó rotundamente a dar declaraciones o decir quién podría hablar:
–Las autoridades no nos han dicho nada, ni nos van a decir. Ustedes fueron invitados para grabar el homenaje. Después, pueden preguntar con quien quieran, pero no a la familia, no den nombres, no graben a los papás del niño –advirtió.
Axel “N”, de 10 años de edad, murió la madrugada del lunes 22 de abril en el hospital del IMSS de la avenida Plan de Ayala de Cuernavaca, al que ingresó un día antes, tras recibir un impacto de proyectil de arma de fuego en el estómago, en la comunidad de Atlacomulco.