El director del Instituto de Ciencias de la Educación dice que es necesario “resignificar la profesión”.
Es necesario reposicionar al maestro, dijo Adán Arias Díaz, director del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), al señalar que históricamente el Estado ha dañado el prestigio social de los docentes.
“Yo asumo que por intereses del Estado, quitarle el grado de reconocimiento que tiene la importancia de ser maestro ha afectado mucho a la función social que tiene el magisterio”, dijo.
Arias Díaz comentó que en los años 50, ser maestro era un orgullo, igual que ser médico o ser sacerdote, pues eran la representación de la transformación social y, al paso del tiempo, a la actividad docente le han venido quitando esas facultades y se ha venido minimizando y degradando prácticamente el concepto de maestro.
Planteó la necesidad de recuperar lo que significa ser profesor y resignificar la profesión, que es trascendental en el desarrollo de la sociedad, pues el maestro es fundamental en la formación del individuo y tiene como fin transmitir y fomentar el conocimiento para crear una sociedad más justa.
“Hay una lectura que cita que en otros países (sic) los únicos que no hacen reverencia al emperador son los maestros, porque el emperador argumenta en sí mismo que él fue formado por un maestro y no tiene por qué hacerle reverencia. En nuestro caso es al revés, es como una visión del pedagogo, la parte de menospreciar que sólo es llevar de la mano a alguien, sólo acompañarlo y esa es la parte que debemos de resignificar”, dijo el director del ICE.
Adán Arias sostuvo que el prestigio social del maestro ha sido dañado por el Estado, pues le conviene disminuir la figura del docente, “porque el maestro es un ser contestatario, es un ser que realiza su papel en la sociedad, y al Estado, que dirige los niveles de empoderamiento y de sometimiento, un maestro es lo que menos le conviene. Un maestro hace pensar y repensar a su población, quien comparte sus ideas, y resulta que para cierto tipo de gobernantes incomoda la presencia del maestro en la sociedad”.