Ayer, los habitantes de las colonias circunvecinas como Flores Magón, Tulipanes y Delicias de Cuernavaca se reunieron por la mañana para expresar su inconformidad y reiterar su preocupación por el impacto que tendrá sobre la vialidad y los servicios públicos el funcionamiento no sólo del edificio judicial sino también la torre corporativa construida a un costado.
La mayoría de los inconformes son personas que llegaron a vivir a la zona hace más de 30 años, que han nacido y crecido en este lugar. Ahora ven amenazado su hábitat, pues calcularon que la operación de juzgados federales y tribunales colegiados, así como de oficinas corporativas aumentará drásticamente la circulación de vehículos.
Además del impacto en el abasto de agua potable y energía eléctrica, los colonos prevén que las calles serán ocupadas por los litigantes, visitantes y trabajadores del Poder Judicial federal como estacionamiento.
Esto, señalaron los colonos, provocará inseguridad, insalubridad y atraerá comercio ambulante dispuesto a ocupar las calles.
Los vecinos acordaron reunir fondos para construir antes de la inauguración de la Ciudad Judicial una barda sobre la calle Rivera Crespo, donde se ubica uno de los dos accesos del edificio, para sustituir el muro que fue derrumbado al inicio de la construcción de la nueva sede del Poder Judicial federal en Morelos en mayo de 2009.