Los Servicios de Salud reportan tres mil 162 casos en este año en la entidad.

Se espera que la incidencia se incremente, por las elevadas temperaturas.

De acuerdo con las cifras oficiales del reporte epidemiológico de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), en lo que va del año suman tres mil 162 casos de picaduras de alacrán. Se espera que la incidencia se incremente.

El registro oficial da cuenta de que para atender dicho número de pacientes, se aplicaron cinco mil 375 dosis de faboterápico -conocido como suero anti-alacrán- pues en algunos casos es necesario aumentar la dosis conforme a la evolución del paciente.

El informe del organismo indica que a la fecha no se contabilizan oficialmente defunciones por esta causa.

En Morelos ocurren picaduras de alacrán prácticamente durante todo el año, pero la incidencia aumenta especialmente durante la temporada de calor; estos incidentes, además suelen aumentar en los períodos cuando los menores están en casa, como en este momento, en el que se suspendieron clases en todas las escuelas como medida de prevención de transmisión de coronavirus Covid-19.

Los especialistas señalan que los síntomas principales del ataque del arácnido son dolor intenso en el área de la picadura, como si se enterrara un alfiler, en algunos casos  enrojecimiento alrededor del área de lesión, “empezamos a sentir que se nos comienza a entumir la parte de la lesión”, posteriormente, cuando el nivel de intoxicación va avanzando se observa en los pacientes la sensación de un objeto extraño en la garganta o como polvo en la laringe y más adelante la personas genera salivación abundante.

Entre las recomendaciones oficiales destacan las siguientes: en las casas construidas con materiales como lámina, madera o piedra es necesario encalar paredes, usar pabellones en las camas y cunas y no levantarse descalzos.

Es necesario sacudir las prendas de vestir, así como la ropa de cama y el calzado antes de usarlo, pues debido a los hábitos de los alacranes ahí llegan a ocultarse.

Los médicos llaman a la población a que, en caso de una picadura de alacrán, no se usen remedios caseros y mejor acuda en busca de atención médica a los centros de salud.