Eduardo Hernández no cree en la pandemia del coronavirus que ha cobrado la vida de miles de personas en el mundo, pero agradece que la contingencia ha reunido otra vez a las familias.
En su familia no conocen la cuarentena porque todos viven al día, él como chófer de taxi y su mamá tenía un negocio en el Zócalo de Cuernavaca, aunque lo cerró porque enfermó.
Tiene más de 30 años de experiencia frente al volante y afirma que el servicio de taxi se fue a la baja desde hace dos años, cuando entró al terreno del transporte el servicio por aplicación de Uber y luego Didi.
Sin embargo, considera que la crisis creció desde que llegó el Covid-19, ya que la gente no sale a realizar sus actividades y el dinero que sale al día apenas alcanza para entregar la cuota al patrón, la gasolina y para comer, no así para darse lujos como comprar ropa y zapatos.
Eduardo dice que el coronavirus dejó pérdidas en algunas familias pero también unió a otras o al menos así ocurrió en su casa, ya que él como chofer no tiene tiempo para convivir con los suyos pero ante la contingencia se guardó en casa por dos semanas. Sin embargo tuvo que salir a trabajar porque el dinero hace falta.
Todos los días desde las 7:30 de la mañana hace base en la terminal Pullman de Morelos del centro de la ciudad porque ahí llegan turistas locales y extranjeros. Sin embargo de los 40 choferes que había solo quedan ocho, pues los demás se fueron hace cuatro meses ante la poca demanda.
-¿Usted cómo se protege del coronavirus?
"Yo digo que sea lo que Dios quiera, porque no tengo dinero para ir a hacer mis compras, surtirme de comida, porque vamos al día", afirma.
El hombre estuvo dos semanas sin trabajar para estar con su familia y al tanto de la información sobre el Covid-19 pero en esos días, resalta, no vio la transmisión de algún funeral en ninguno de los países donde se propagó el virus, por eso considera equivocadamente que “es una estrategia gubernamental”.
"En las noticias nunca vi un funeral, nada serio, nada que me haga creer que se están muriendo, vi a las personas entrar y salir del hospital con cubrebocas pero no como en otros casos que pasan en las noticias los funerales, por eso pensaría que algo está planeando el gobierno y quieren distraernos, como en el tiempo del 'chuparacabras'; como una estrategia para distraer al pueblo", aseguró, mientras en los países afectados los muertos se cuentan por miles .
Eduardo se lava las manos cada hora, pero no por la contingencia, sino como parte de sus hábitos diarios, debido a que con el volante sus manos sudan; no usa cubre bocas porque de forma equivocada no cree que en la propagación del virus y además porque no ha visto personas contagiadas en ninguno de los servicio que ofreció a turistas de España, Estados Unidos, Francia y Suecia.
El jueves en todo el día ofreció ocho pasajes y ayer hasta el mediodía apenas llevaba dos. Por eso trabajó hasta las dos de la mañana, para poder llevar los alimentos a su hogar.