Analizan investigadores síndrome de Kawazaki.
Académicos especialistas en virología analizan la relación entre el coronavirus covid-19 y el síndrome de Kawazaki, informó Vanessa López Guerrero, investigadora en infecciones virales, de la Facultad de Nutrición, de la Universidad Autónoma del estado de Morelos (UAEM).
López Guerrero participó en un foro virtual de la Asociación Mexicana de Virología (SMV), en el que se analizó lo que está pasando con los niños y el virus covid-19. “Ha surgido un nuevo tema en la pandemia: Los casos de Covid-19 en niños que al parecer han detonado el síndrome de Kawasaki”, dijo.
La viróloga explicó que se trata de un síndrome en el que el sistema inmune de los infantes sufre un desequilibrio y afecta los vasos sanguíneos. Los síntomas, dijo son, ojos rojos, ronchas y secreciones como alergia.
“Ahora es más preocupante porque los niños que han presentado coronavirus han desarrollado el síndrome, pero no es en todos los casos”, aseguró la profesora investigadora, quien aclaró que aún no está probado una vinculación de virus covid-19 con el síndrome Kawasaki por lo que no debe haber alarma pues se trata hasta ahora de casos excepcionales.
El Síndrome de Kawazaki, es un trastorno que produce inflamación en las paredes de algunos vasos sanguíneos del cuerpo. Es más común en los bebés y en los niños pequeños. En las primeras etapas, suele presentarse sarpullido y fiebre. Los síntomas incluyen fiebre alta y descamación de la piel. En las etapas avanzadas, se puede producir inflamación de los vasos sanguíneos medianos. También afecta a los ganglios linfáticos, la piel y las membranas mucosas, como las de la cavidad bucal.
La enfermedad de Kawasaki suele tener tratamiento. El inicial incluye el uso de aspirina y la administración de inmunoglobulina intravenosa en un centro médico.
Vanessa López señaló que los niños son igual de infectables de coronavirus que el resto de los seres humanos, pero su sistema inmune resuelve con mayor efectividad cualquier infección, a diferencia de las personas adultas.
“Su sistema inmune no ha visto este virus, pero al estar en contacto con otros hace que su sistema responda de diferente manera, además de que tiene un repertorio de células inmunes mucho más amplio lo que les da una probabilidad de responder más rápido”, dijo la investigadora.