El conductor reconoce que a veces solo trabaja para pagar la gasolina.
En plena contingencia sanitaria por el covid-19, gracias a que la combi de la Ruta Aliados de Morelos que maneja sufrió una descompostura que la mandó al taller José López, pudo quedarse en su casa una semana.
El chofer asegura que aprovechó para hacer las tareas del hogar como lavar su ropa y hacer comida, y aunque no pudo ahorrar dinero porque no contaba con este imprevisto, agradece contar con el apoyo de sus hijos, quienes le enviaron dinero para su alimentación.
José trabaja de seis de la mañana a las diez de la noche y señala que por la contingencia hay días que le ha tocado poner dinero de su bolsa para el combustible, para lo cual necesita 450 pesos. De cuenta entrega 350 pesos todos los días.
“Hay ocasiones que nos toca como a las gallinas, ‘salimos poniendo’, pero no hay de otra tenemos que apretarnos el cinturón porque la situación está difícil tanto para el patrón como para los operadores”.
El chofer vive solo en su casa y para no verse afectado en su economía trabaja ocho días y descansa dos. Cuando le va bien, puede reunir hasta 150 pesos en cinco vueltas completas que realiza al día, pero en caso contrario trabaja solo para la gasolina.
José tiene 63 años de edad y afirma que su estado de salud está estable y hasta la fecha no ha presentado ningún malestar, además, dice no puede dejar el trabajo porque es su única fuente de ingresos y, además porque varios choferes dejaron el carro por lo que a la fecha, de las 24 combis de la organización en la que trabaja solo 13 están en circulación.
De acuerdo con José, en la última semana han visto más movimiento en las calles pero no en el transporte público, por lo que no espera una mejoría en sus ingresos.