La iniciativa ciudadana se concentra en trabajadores del turno nocturno de tres hospitales.

A través de las redes sociales y con la ayuda de amigos, diversos ciudadanos se organizaron y a través de la entrega de refrigerios en hospitales apoyan la labor de los trabajadores de salud en su batalla contra el covid-19. Los participantes de la iniciativa convirtieron su indignación en una acción concreta, con la que expresan su respaldo y agradecimiento.  

La idea surgió del sentimiento de coraje e impotencia por las agresiones que se dieron en el país y en el estado en contra de médicos y enfermeras cuando comenzaron los primeros casos de covid-19.

“Surge de la indignación cuando vimos el maltrato que algunas personas le estaban dando a quienes trabajan en los hospitales, como no dejarlas subir la transporte o negarles el acceso a unidades habitacionales. Eso a nosotros, como a muchos otros ciudadanos, sí nos causó cierto ardor. Entonces pensamos que sí está bien enojarse, quejarse, pero pensamos cómo hacer para contrarrestar eso o poner peso en el otro lado de la balanza”, narró Javier Solórzano Serrano, promotor de la iniciativa.

El también administrador de La Fauna, un pequeño café, restaurante y foro de lectura ubicado en el centro de Cuernavaca, comentó que la idea de los refrigerios surgió porque ellos trabajan en este sector de servicios y “porque cada quien piensa en lo que sabe hacer mejor”.

Su intención fue alentada por algunos de sus clientes que son médicos de profesión, quienes les orientaron respecto a quién entregar los paquetes de refrigerio y qué tipo de alimentos podrían ser llevados, acorde con las necesidades de enfermeras, médicos y demás trabajadores que están en los hospitales donde se atiende a enfermos de coronavirus.

Hasta ahora no se tiene un registro formal de las agresiones que han sufrido los profesionales que laboran en la atención médica, pero el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de la Salud, y el área de asesoría jurídica y política de la Asociación de Hospitales Privados dieron cuenta en su momento de cuando menos 25 casos reportados en Morelos.

De lo que sí hay cifras oficiales es de los trabajadores de la salud que se han infectado de covid-19 y que han muerto: el reporte (al 5 de junio) indica que cuando menos 264 se han contagiado y nueve han fallecido.

Solórzano Serrano explicó que prácticamente todos los restaurantes en Cuernavaca han enfrentado una situación económica muy complicada por el cierre, pero eso no los amilanó. El café publicó el llamado en su página de redes sociales y muchas personas han apoyado con donativos de dinero a través de una cuenta bancaria.

Hasta ahora han logrado preparar y distribuir cerca de 400 refrigerios a los hospitales generales de Jojutla y Cuernavaca y al “Centenario de la Revolución del ISSSTE” ubicado en Emiliano Zapata, y han recibido como testimonio de su acción fotografías de médicos, enfermeras y residentes.  

El entrevistado explicó que con la ayuda de los propios profesionales de la salud afinaron los detalles sobre el contenido y los empaques, así como el horario. Se pensó que debían ser paquetes con algo práctico para comer en el nosocomio, que no se descomponga, porque seguramente no tienen donde refrigerar y debe aguantar toda una jornada; la entrega se hace para los trabajadores de salud que laboran en el turno nocturno, porque justamente a ellos se les complica encontrar algo abierto o dónde comprar y quién vaya a comprarlos, por lo que consideraron que serían quienes podrían aprovechar mejor el alimento.

Mediante las redes sociales les contactaron personas voluntarias del Estado de México, de Veracruz y de otras entidades del país, que sienten la misma rabia pero que quieren ayudar, pero no sabían cómo hacerlo.

“Nos gustaría que más gente conozca de esta propuesta, para que crezca y se replique en otros lugares, con más personas, porque se forma una cadena”, explica Javier.

Para preparar los alimentos (con sumo cuidado e higiene) se hacen los pedidos de compra con comerciantes del mercado Adolfo López Mateos de Cuernavaca, quienes también enfrentan una situación económica muy complicada. De alguna forma se multiplica el apoyo y el círculo virtuoso.

Quienes participan de esta iniciativa ciudadana saben perfectamente que no están solucionando por sí mismos un problema, pero están convencidos de que su objetivo se cumple: “Sí levanta el ánimo al personal de salud, porque nos lo han dicho. A veces se sienten un poco olvidados, trabajan con lo que pueden, soy estoico y si tú vas a los hospitales verás que con todo y dificultades, están con el ánimo arriba. Cuando ven que se les reconoce y se les agradece con lo que tenemos, eso lo aprecian”, explicó.

“Fuerza a la primera línea de batalla. Muchas gracias por su labor. Atentamente: José Antonio Quevedo”; “Para grandes batallas, grandes guerreros. Laura Vt.”, “Gracias por su esfuerzo, gracias por cuidarnos. Familia González Ocampo”, “Buen provecho, disfruta la comida y sigue adelante, cuídate mucho y regresa pronto a casa. Angie y César” son algunas de las frases, de mensajes enviados por quienes han hecho donativos y sus nombres. Cada refrigerio (un sándwich, una manzana, una barra o dulce) va acompañado de una nota de agradecimiento e impulso.

La dinámica no sólo ha levantado el ánimo de los médicos y enfermeras, sino también de quienes apoyan, según lo admiten los trabajadores de La Fauna: “sí, nos mantiene con foco, porque el punto inicial era que ‘ok, ahorita no nos va a salvar nada’ (de la pandemia), esto es como demasiado grande. Tampoco es que a nosotros nos resuelva nada, pero nos mantiene activos y con la sensación de hacer algo, buscando alternativas”.