Sus ingresos disminuyeron en un 50 por ciento.
Alberto López trabaja como chofer de taxi desde hace 20 años y afirma que por la pandemia del covid-19 ha aceptado servicios de 25 pesos, aunque la tarifa mínima es de 30, porque está consciente de que las familias no tienen dinero y que por la contingencia es difícil agarrar pasaje.
Dice que antes de la pandemia sus ingresos eran de mil a mil 200 pesos diarios pero hoy con mucho esfuerzo obtiene entre 400 y 500 pesos, de los cuales destina 150 pesos para el combustible y trata de ahorrar un poco porque al mes entrega una cuenta de mil pesos.
Sobre los apoyos económicos, refiere que al menos él no se ha visto beneficiado. “De apoyos no vemos nada y de trabajo casi no hay, la mayoría de la gente no tiene empleo y los negocios están cerrados y nosotros como taxistas dependemos mucho de la gente que pide el servicio”.
De su trabajo como taxista cuenta que no ha negado el servicio a pasajeros que no usan el cubrebocas porque, considera que es decisión de cada quién. Además, en esta situación de emergencia sanitaria está difícil agarrar pasaje y él todos los días se protege con tapabocas para evitar contagios del virus.
Alberto tiene una experiencia frente al volante de 20 años y afirma que es la primera vez que una enfermedad afecta su economía. Ni cuando llegó Uber, un servicio de transporte privado que se ofrece por medio de una aplicación, sus ingresos disminuyeron tanto.
Todos los días recorre las diferentes calles de Cuernavaca y por algunos ratos hace base en el mercado Adolfo López Mateos (ALM) esperando encontrar clientes entre las familias que acuden a realizar sus compras a esta central de abastos.