Por la pandemia sus ingresos disminuyeron en más del 50 por ciento.
Para hacer frente a la crisis económica que ha dejado la pandemia del covid-19, Luis Mateos tuvo que solicitar un préstamo de nueve mil pesos, porque sus ingresos como checador de rutas son de 80 pesos diarios y afirma que con ese dinero solo alcanza para comer.
Dice que antes de la contingencia sanitaria sus ingresos eran de 200 pesos y hoy “a duras penas” obtiene entre 70 y 80 pesos diarios, los cuales son insuficientes para cubrir los gastos del hogar. Por eso tuvo que endeudarse para poder solventar el pago de servicios como agua y luz.
Además, como padre de familia tiene la obligación de ayudar con los gastos escolares de su hija.
“Mi familia dice que le eche ganas, pero si no se mejora la situación tendré que buscar algo más o seguiré insistiendo con los compañeros en albañilería a ver si hay trabajo, porque aquí (como checador) ya no sale”.
Luis trabaja de lunes a domingo en la calle No Reelección del centro de Cuernavaca y, aunque se queda todo el día a registrar el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro, dice que actualmente el dinero solo alcanza para comprar frijoles y tortillas, ya que los operadores del transporte público no están obligados a dar dinero a los checadores voluntarios.
“Antes los choferes nos daban uno o dos pesos y hoy algunos de plano no dan nada, y entendemos que ellos también se ven afectados con la contingencia”.