José Martínez Cruz confirmó su dimisión como titular de la Dirección General de la Primera Visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), motivada por diferencias con su titular, Rosario Piedra Ibarra, y los intentos de intromisión de personas ajenas al organismo.
A través de una misiva dirigida a la ombudsman nacional, agradeció la oportunidad de colaborar con el organismo a lo largo de ocho meses y afirmó que entrega una visitaduría fortalecida para continuar y redoblar esfuerzos para acabar con la impunidad, la injusticia, la violencia feminicida y la violencia institucional, entre otros muchos abusos de poder que laceran la dignidad que está en la base de los derechos humanos.
En el texto destacó las luchas compartidas con la familia de Piedra Ibarra desde el Comité Eureka -que hace cuatro décadas lucha contra la desaparición forzada y busca a cientos de desaparecidos-, la amistad, pero sobre todo la sinceridad y crítica que prevaleció en el ejercicio de la función pública en la CNDH.
Señaló que las diferencias que motivaron su renuncia a la Visitaduría General no significan un quebranto de los lazos de amistad, pero también aclaró que su decisión tuvo su origen en los intentos de intromisión externa.
“Esa amistad basada en principios de lucha y no de intereses mezquinos, nos ha unido durante más de cuatro décadas y no se romperá por diferencias reales o ficticias ocurridas en unos cuantos meses.
“Lo sabes bien tú y las entrañables Doñas del Comité Eureka donde está tu mamá Rosario Ibarra de Piedra y tus hermanos Carlos y Claudia Piedra Ibarra. Entiendo que cuando hay diferencias para llevar a cabo las tareas encomendadas por ti, te corresponde decidir mi permanencia o no dentro de la CNDH, razón por la cual hablé personalmente contigo y decidí presentar esta carta de renuncia, sin tener por qué aceptar indicaciones de otras personas que no tienen atribuciones dentro de la CNDH para decírmelo.
“Acostumbrados a analizar, reflexionar, compartir y debatir ideas y propuestas, como lo hicimos durante más de cuatro décadas contigo en el seno del movimiento, asumimos que ésa era la forma democrática adecuada para construir y fortalecer una CNDH autónoma, y no la decisión jerárquica y burocrática que tú misma dijiste que íbamos a combatir y que, desafortunadamente, se ha impuesto para tomar decisiones que afectan y laceran su función sustantiva de defender a las víctimas y no subordinarse a nadie”, recalcó.
José Martínez Cruz, quien es fundador de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos, uno de los impulsores de la Alerta de Violencia de género en la entidad y uno de los activistas más críticos en el ámbito local y nacional, anunció su retorno a sus actividades desde la sociedad civil, reiteró su agradecimiento a la ombudsman y le deseó fortaleza para conducir con entereza y plenitud a la CNDH.
“Como lo sabes, querida Rosario, siempre luchamos porque las cosas sean mejores y así como deseamos que tengas salud, fortaleza y decisión para asumir plenamente tus tareas como presidenta de la CNDH, para lograr que verdaderamente esté al servicio de las víctimas y no sucumba frente a quienes la quieren conducir por caminos de sumisión al poder”, concluyó su misiva.