Por la crisis económica que dejó la pandemia del covid-19, Fernando González tuvo que solicitar dos préstamos en diferentes casas financieras, porque dice que sus ingresos como chofer de taxi son insuficientes para solventar los gastos en su casa y comprar lo necesario para la alimentación de su familia.
Su experiencia frente al volante es de siete años, y afirma es la primera vez que sus ingresos económicos disminuyen tanto que algunos días con mucho esfuerzo logra reunir entre 100 y 200 pesos.
Además, dice, cada día hay más competencia entre los mismos taxistas y los conductores de Uber y Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.
“Desde que llegó la pandemia el servicio de taxi bajó mucho, porque la gente dejó de salir, y aunque en las últimas semanas se ve más gente en las calles, el servicio es igual, además nos afecta que cada día hay más personas que ofrecen el servicio de Uber”.
El entrevistado afirma que por la contingencia sanitaria al menos él no recibió ningún apoyo económico, como anunciaron las autoridades, y dice que solo le tocó una despensa, la cual se le acabó en menos de una semana.
De su labor, platica, que todos los días debe entregar 300 pesos de cuenta a su patrona y también debe reunir una cantidad similar para el combustible; de lo contrario no podría salir a trabajar.
Para Fernando la situación económica es difícil, porque tiene bajo su responsabilidad una hija y dos nietos; por eso se vio obligado a solicitar dos préstamos, de los cuales tiene que pagar de uno 629 semanales y del otro 180 pesos diarios.
Para este año tenía pensado dar el enganche de un carro y trabajar como taxista por su cuenta, pero por la pandemia fue imposible.