El suyo es un oficio cuya demanda ha disminuido por culpa del correo electrónico y las redes sociales.
Las redes sociales han robado espacio al oficio de repartir cartas, porque en la actualidad la gente envía mensajes y otros avisos por medio de varias aplicaciones de teléfono, afirma, Ángel Gómez Martínez cuya experiencia como cartero es de 25 años.
Considera que su oficio es una labor bonita y gratificante porque a través de los mensajes llevan alegría a las familias sin acceso a la tecnología. Ellos, dice, esperan una carta o una postal de sus seres queridos que emigraron a otros países en busca de mejores condiciones de vida.
Hoy, día del cartero y del empleado postal -fecha establecida en 1931 en México como un reconocimiento a la obra social que realizan- Ángel celebrará junto con sus compañeros con un partido de futbol, ya que por la contingencia sanitaria del covid-19 no se pueden realizar eventos masivos.
“Recuerdo mucho a una persona que vivía en las vías de Teopanzolco y por varios años le llevé cartas que su hija enviaba desde Estados Unidos. Él siempre me recibía con un refresco o un vaso de agua; ese agradecimiento es algo que no se puede olvidar, lo llevo bien presente y por eso digo que si volviera a nacer, volvería a ser cartero”.
De su labor cuenta que también hay experiencias desagradables por la situación de inseguridad que se vive en el país y asegura que varios de sus compañeros han sido víctimas de asaltos a mano armada en diferentes municipios del estado.
“Las redes sociales han venido a cortar estas tradiciones, pero algunos todavía lo conservan y eso se siente bonito. Por ejemplo, yo, tengo un amigo que vive en Estados Unidos, de vez en cuando me manda postales y a mí me gusta recibirlas”.
Sobre el covid-19, asegura que hasta el momento solo tres trabajadores del Servicio Postal Mexicano en Morelos presentaron síntomas, pero no ha habido ninguna defunción.