Detectaron como puntos inseguros las colonias Lagunilla, Altavista y la Antonio Barona.
Durante la contingencia sanitaria por el covid-19 se han incrementado los asaltos a repartidores de comida que ofrecen el servicio por medio de aplicaciones de teléfono.
A decir de Mario Morales, uno de esos repartidores, el gremio sufre al menos tres asaltos a la semana, principalmente en la noche, en lugares sin alumbrado público.
El entrevistado trabaja desde hace dos años como repartidor de comida y agradece que a la fecha no ha sido blanco de la delincuencia, pero según le dijeron sus compañeros, varios de ellos han sufrido robos en colonias alejadas del centro de la ciudad, pero también en avenidas importantes como Río Mayo.
Un caso reciente ocurrió el jueves pasado en la colonia Sacatierra, donde uno de sus compañeros al servicio de la plataforma Didi fue víctima de asalto por varios sujetos. Dice que su compañero se resistió a entregar su motocicleta, por lo que le dispararon en tres ocasiones.
“Nos dijeron que el compañero ya está estable, pero creo que sus familiares están pidiendo apoyo con donación de sangre; esperemos que salga bien”.
Mario dice que para ellos las colonias más inseguras son la Lagunilla, Altavista y la Barona, o al menos en estas zonas han sufrido asaltos.
De su trabajo, platica que hay poca demanda, por lo que al día realiza entre 15 y 20 viajes, desde las nueve de la mañana hasta las once de la noche, pero por lo menos lo que obtiene le alcanza para comprar lo necesario para su alimentación y solventar gastos en su casa.
Sobre el uso obligatorio del tapabocas, afirma, que en los establecimientos la gente sí adopta las medidas de higiene. Sin embargo, en espacios públicos como plazas y zócalos las personas hacen caso omiso.