Dicha práctica es factor de extinción de especies: UAEM.
Uno de los factores que amenaza la sobrevivencia de las orquídeas es la colecta indiscriminada en los bosques, afirmó Alejandro Flores Palacios, profesor investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación (CIByC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quien trabaja en un proyecto de investigación sobre cómo sobreviven y se diversificaron las diversas especies de orquídeas en Morelos.
Explicó que, con base en su investigación, el saqueo afecta la forma de las poblaciones, “en el sentido de que existen las orquídeas viejas y no haya más jóvenes, lo que impide su reproducción, pues no hay semillas, entonces estas poblaciones disminuyen poco a poco y tarde o temprano desaparecen”.
En Morelos, dijo hay un tipo de orquídea amenazada que se conocía en Tepoztlán y ya no se encuentra en la zona sino hasta la Sierra de Huautla, donde existe apenas una población de sólo 15 ejemplares.
Flores Palacios lamentó que haya personas que saquean los bosques para vender las orquídeas en la calle: “entonces se traen todas las plantas o un pedacito, pero eso genera que las plantas crezcan menos y disminuyan su probabilidad de reproducirse”.
Señaló que en 2007 se publicó un artículo de investigación pionero en el que se demostró esta problemática en México y desde entonces, se han generado investigaciones similares en todo el mundo que demuestran que, a pesar del amplio esfuerzo legislativo, a nivel nacional e internacional, el saqueo sigue ocurriendo en China, Europa y África.
Se ha documentado que el saqueo de orquídeas existe desde 1945, las poblaciones se van perdiendo poco a poco, “y justo lo que está demostrado a nivel internacional con experimentos es que puede haber programas de manejo sustentable en las zonas donde se extraen estas plantas para dar periodos de descanso, lo que permitirá que las poblaciones se repongan, aunque sea muy difícil controlar el saqueo”.
Alejandro Flores explicó que lo convencional es que una planta tenga sus raíces en el suelo, de donde extrae agua y nutrientes, “pero las plantas que crecen sobre los árboles no tienen tierra, entonces son un fenómeno biológico que evolucionó al menos en 80 familias de forma independiente en la historia y ahí vamos avanzando con una red de investigación en todo el mundo. Básicamente los grupos principales están en Alemania Sudamérica y en México, para entender mejor este fenómeno biológico”, dijo.