Mario trabaja desde hace algunos años en un restaurante, pero cuando empezó la emergencia sanitaria se registró en la plataforma de Uber Eats para generar ingresos extras y apoyar con los gastos a sus papás.
Dice que el gusto por la cocina lo lleva desde que tenía 15 años; por eso estudió la licenciatura en Gastronomía, y cuando egresó encontró empleo en un restaurante, donde labora actualmente, y además aprovecha sus ratos libres para repartir comida por medio de la aplicación de teléfono de Uber Eats.
A pesar de la pandemia, afirma, sus ingresos como repartidor de comida son buenos, porque trabaja de cuatro a cinco horas al día y obtiene hasta 250 pesos.
“Afortunadamente los restaurantes ofrecen servicio para llevar y eso es de gran ayuda para nosotros porque hay trabajo. Yo, por ejemplo, realizo entre diez y quince viajes, pero mis compañeros que trabajan todo el día tienen más servicios y sus ingresos también son mejores que los míos”.
Afirma que hasta el momento no ha sufrido ninguna situación de violencia durante su jornada como repartidor de comida. Sin embargo, evita entregar pedidos en colonias como la Lagunilla y Alta Vista, en Cuernavaca, y algunas de Jiutepec.