Las plataformas no respaldan a los repartidores de comida.
Gerónimo -quien trabaja como repartidor de comida por medio de la plataforma de Rappi- denunció que hace unos meses fue víctima de un asalto, luego de entregar un pedido de alimentos en una colonia de Jiutepec, y aunque lo reportó a la empresa para la que labora esta no apoyó.
Por esa situación se sumó a la protesta que realizaron el lunes sus compañeros que reparten comida a través de las aplicaciones de teléfono, como Uber Eats, Didi Food y Rappi, para exigir mejores condiciones de trabajo y de seguridad.
Al respecto, dijo que la inseguridad le ha afectado porque el día que lo asaltaron le robaron su motocicleta y dinero en efectivo, de tal manera que tuvo que comprar a crédito otra moto para seguir trabajando porque sus cinco hijos dependen de él.
“Al menos a mí sí me ha pegado fuerte la inseguridad, las personas que me asaltaron iban armadas y pues ni modo, no te puedes resistir. Lo lamentable es que no recibimos el apoyo de las autoridades y menos de la plataforma. Yo reporté el asalto, pero nunca me respondieron”.
Gerónimo contó que antes de la emergencia sanitaria tenía un trabajo estable como repartidor de dulces en una empresa local. Sin embargo, por la crisis económica fue despedido y después de algunos meses solo encontró empleo en la plataforma de Rappi.