Aunque no haya ventas.
Agustina Gutiérrez, quien vende tacos de longaniza y cecina, sufre por las bajas ventas, a pesar de que su expendio está a un costado del hospital del IMSS ubicado en la avenida Plan de Ayala.
“Yo pensé que por estar cerca del seguro, íbamos a tener buenas ventas durante esta pandemia, ya que hay mucho movimiento por aquí, pero la mayoría de los familiares que tienen aquí a sus enfermos prefieren quedarse en casa o ir a comer y regresar”, dijo.
La comerciante mencionó que tiene que seguir trabajando diario para pagar la renta de su local. “Aquí no perdonan la renta, tenga o no tenga ventas yo tengo que seguir pagando. Vengo todos los días con la esperanza de vender todo lo que preparamos”.
Sin embargo, Agustina comentó que pese al inicio de la vacunación contra el covid-19, teme al contagio. “El miedo nunca se ha ido, sobre todo porque estamos muy cerca del hospital. Las vacunas nos dan alivio pero eso no quita el riesgo de enfermarnos. Además, otra cosa que nos angustia es la inseguridad que estamos viviendo, ya no podemos cerrar tan tarde porque nos da miedo que nos asalten y nos quiten lo poco que tenemos”.