Un especialista del tema ofreció una conferencia en la Escuela de turismo de la UAEM.
El “turismo oscuro” puede definirse como una tendencia a experimentar la finitud a través de la muerte de otro, donde se experimentan niveles que van desde lo más oscuro, como zonas de exterminio masivo, hasta formas más claras asociadas al espectáculo, dijo Maximilano Korstanje, investigador en temas de terrorismo y turismo del departamento de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo, Argentina, en su conferencia “Turismo negro”, organizada por la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Dijo que el teórico John Lennon (sic) señala que el turismo oscuro nace de una necesidad antropológica de observar la muerte de otro, como ocurrió con la crucifixión de Cristo, primer signo de esta necesidad primigenia.
El autor del libro "Terrorismo, turismo y el fin de la hospitalidad en Occidente, Springer Nature", considera que es un tema de una nueva tendencia orientada a revitalizar espacios de desastre o gran carga traumática, donde los visitantes se centran en consumir cultura o historia, y los primeros estudios se remontan al año 2001, y en él se contempla el placer personal donde se maximiza por medio de la muerte de otro.
Explicó que entre los elementos del turismo negro se encuentra el hecho de que son sitios mayormente caracterizados por ser el espacio donde cayeron los primeros cuerpos de tragedias. Existe, dijo, un lema, mensaje o discurso que presenta como fundacional para los supervivientes, y son lugares donde se colocan capillas y velas con las pertenencias de los muertos y son visitados por familiares y amigos.