¡Ahora sí, les "prendo la tele", cuates lectores con la calumnia del día de hoy! No conozco su opinión, su majestad, pero supongo que coincide con este que escribe, en que el "calentón" que estamos sufriendo a lo largo y ancho de nuestra república mexicana está influyendo notablemente en nuestro estado anímico. Y a todo esto, inclúyale el temita de la falta de agua en muchas colonias de nuestra ciudad capital, que está provocando una neurosis colectiva por los bloqueos generados en las principales calles y avenidas. Nomás pregúntele a nuestros polémicos ruteritos y taxistas, que andan como alma que lleva el diablo (desde luego que no podemos dejar a un lado a muchísimos conductores de vehículos particulares). ¡imagínese! manejar encima diez horas bajo el candente rayo del sol diario. ¡Simona la cacariza, prima de la chistosa! ¡Cómo de que no! Cada vez se está calentando más la Tierra, mis brothers, y para muestra un botón. Ahí le va, como dato curioso, mi lector: cada segundo se tala, a nivel mundial, el equivalente a un estadio de futbol lleno de árboles, ¡échele! Parece ser entonces que a la gran mayoría no le importa lo que está pasando. La temperatura aumenta y con ello, le insisto ¡la neurosis colectiva! por ello considere pertinente sugerir desde esta fachosa tribuna fantasmagórica de locura lúcida un poquito de conciencia a la sociedad, luego de la relación intrínseca que esta grave problemática mantiene con nuestro estado emocional.
Es común que las altas temperaturas desaten nuestras peores actitudes, está comprobado que en la temporada de calor incluso aumentan los delitos de tipo sexual; no es nada raro observar a los que manejan por las calles y avenidas de nuestra ciudad capital llenas de tráfico, conductores desesperados tripulando su "calenturita" al borde de la locura, queriendo avanzar y mentando madres para llegar pronto a cualquiera que sea su destino para hidratarse cuanto antes. Hay que decir que por ahí no faltan dos tres valedores que aprovechan para "tirarse" una caguama bien fría, poniendo, desde luego, todavía más en riesgo su vida y la de los demás. ¡Acuérdese que si toma no maneje, mi brother! ¡No maneje porque choca!
Está más que comprobado que el desfase provocado por las altas temperaturas en cualquier ser vivo, incluido el ser humano, toda vez que no dormimos lo suficiente, el exceso de calor nos provoca cansancio por la deshidratación y que deriva en la pérdida de sales y minerales a través del sudor y todo eso repercute drásticamente en nuestro sistema nervioso.
Además, cuate lector, súmele a toda esta historia de terror el "desfase" de ese reloj imaginario llamado por los que saben "reloj biológico" que por el dichoso cambio de horario (horario de verano) sin duda ha modificado nuestras funciones biológicas. Ese "wacho," cuate lector, si se adelanta o se atrasa sin previo aviso desfasará también nuestras funciones fisiológicas.
Otro capítulo interesante es la falta de lluvia, mis brothers, lo que ¡es realmente preocupante! pongámosle una veladora al Dios Tlaloc para que nos haga el "favorcito" y nos mande la lluvia que tanta falta nos está haciendo. Ahí les dejo mi mafufa percepción sobre el calor indiscriminado, capaz de mandar al estuche a cualquiera por una severa deshidratación ¡a cuidarse de los rayos solares mis brothers. Se despide de ustedes su reporñerazo favorito. ¡Hasta el martes! ¡cuídense! y ¡no chupen mucho!
