Afirma que en su nuevo empleo le va bien y al día realiza hasta 20 servicios.
Celso trabajaba como tractorista en el cultivo de maíz y sorgo pero hace tres meses empezó a laborar como chofer de taxi porque -dijo- su patrón pretendía cambiar la forma de pago, lo cual no le convenía.
Contó que su experiencia como chofer de tractor es de muchos años, pero tuvo que dejar esa actividad y buscar otro empleo, pues su patrón pretendía pagarle por día y no por hectárea, como en años anteriores.
“Mi patrón me dijo que ahora me iba a pagar por día y pues… así ya no me conviene, porque empecé cobrando por hectárea. Por eso me salí y agarré el taxi. Aquí, gracias a Dios me va muy bien, contrario a lo que dicen mis compañeros de que no hay servicios, yo sí tengo; y al día realizo entre 15 y 20 viajes”.
De su jornada laboral como taxista, refirió que trabaja de ocho a diez horas porque a la semana debe entregar una cuenta de mil a mil 500 pesos. Además, debe juntar dinero para el combustible del vehículo.
Con sus clientes, indicó, ha batallado un poco porque quieren viajar en grupos, cuando por la emergencia sanitaria acepta máximo cuatro personas en cada servicio.
Para evitar contagiarse con el covid-19 desinfecta su vehículo de manera constante y pide a sus clientes usar el cubrebocas antes de abordar la unidad.
“Así como los clientes se ponen exigentes con el chofer, yo también les digo que se pongan el tapabocas, porque lo que menos quiero es exponer a mi familia, que hasta el momento se ha salvado de un contagio”.