Por prevención trabaja hasta las diez de la noche y niega el servicio a varias colonias.
“Hace dos años me quitaron el carro y lo recuperé desvalijado, pero el miedo se queda en uno. Por eso es mejor dejar ir un pasaje que arriesgarse a colonias peligrosas”.
Lo anterior lo dice José Manuel Castrejón, quien trabaja como chofer de taxi, quien precisa que el incidente le ocurrió en la colonia Los Presidentes del municipio de Temixco.
A raíz de esa situación explica que tomó ciertas medidas de protección, como no trabajar después de las diez de la noche y cuando los clientes son hombres y le piden el servicio a colonias como La Unión, Antonio Barona o Milpillas, en la capital, no acepta los viajes, porque esas zonas son consideradas peligrosas para los trabajadores del volante.
Además, no ingresa a algunas colonias de riesgo de Temixco y Jiutepec.
Respecto a su labor como taxista, indicó que ha aumentado la clientela con el cambio de color en el semáforo sanitario y ahora al día realiza al menos quince viajes de clientes frecuentes, más los que encuentra en la calle.
“Se ha visto el cambio porque han mejorado los ingresos, esperemos que ya se quede en verde el color del semáforo y no sea un avance por el proceso electoral”.
El entrevistado, cuya experiencia frente al volante es de 30 años, dijo que al inicio de la emergencia sanitaria el trabajo disminuyó hasta en un 80 por ciento, por lo que tuvo que recurrir a los préstamos, porque sus ingresos económicos eran mínimos.