Mucho bla bla bla y nada de glu glu glu, brothers lectores, pero en realidad usted se imagina porqué eso del "Mucho bla bla bla y nada de glu glu glu", mucho ruido y pocas nueces; pero la peor parte del cuento de terror es que aún no acabamos por entender todas esas reacciones macabras que en ocasiones tiene mucha gente, en muchas tiendas de autoservicio.

Le cuento: hoy en día se alquilan muchísimos jóvenes que, hay que decirlo, no tienen siquiera un grado mínimo de educación.

Por lo menos se solicita un ápice de sensibilidad a quienes están atrás de un mostrador. Me tocó ver en días pasados a una de las dependientes de estos "supercitos" que pululan por doquier a lo largo y ancho de la República Mexica, como maltrató a una señora de la tercera edad. Se la quería tragar, cuate lector, porque la doñita pagó con un billete de 500 pesos.

Bueno, poco faltó para que la arrastrara por toda la tienda. No generalizo, también hay gente muy amable, pero pareciera que  muchos de ellos (as) viven frustrados.

Jóvenes, si se alquilan para trabajar, háganlo con gusto, pero sobre todo no lleven sus miserias a su centro de trabajo, mejor déjenlas en su casa.

Sin duda alguna muy poca "banda" entiende el porqué de tales conductas antisociales.

Actualmente el concepto de autoestima todavía no está plenamente "posicionado" entre la población, por ello he insistido desde ésta y otras trincheras en que se implemente la materia de "autoestima” en las aulas de educación básica.

El punto es que hay interés por parte de todo mundo sobre el particular, incluso se habla muchísimo sobre el tema, en las reuniones, en la sobremesa, en las borracheras. Incluso hay muchos programas de televisión, revistas, radio, diversos medios, incluidas por supuesto las redes sociales, que nos explican sobre la autoestima; escuchamos frases como "la tratan así porque no se valora, tiene muy baja autoestima".

El problema real tiene su origen desde la niñez, porque muchas veces la falta de halagos por parte del padre o de la madre, así como también el exceso de los mismos, podría generar una sobrevalorización del individuo que posteriormente desencadenará el superlativo de la autoestima, la prepotencia.

Otro sector y muy independiente a las causas que en algunos individuos pudieron posiblemente originar esa desvalorización o esa baja autoestima serían los poco interesados en el tema, aquellos que viven sin conciencia, desde mi percepción muertos en vida. Lo peor es que ni siquiera se han dado cuenta.

Otro elemento importante es la negativa influencia a la que somos sometidos todos los seres humanos del planeta tierra a través de la publicidad. Ya saben, la invitación de los medios electrónicos, que nos "atornillan": "conviértete en adicto al sexo, al poder y al dinero"; si te vistes "acá" podrías tener esta hembrita.

Por supuesto incluidos están  también los nulos o escasos conocimientos de "otros" que ni siquiera se imaginan el por qué reaccionan como monstruos o como perros cuando alguien se acerca a "sus mujeres". Ya sabe, los clásicos celotípicos que hoy en día, según mi consideración peculiar y fachosa como siempre, optan por gritar, beber, hasta maltratar física y psicológicamente a quien consideran les está "faltando".

La alternativa es empezar a valorarnos como personas, respetarnos, querernos, pero sobre todo la cuestión es aceptarnos tal cual somos físicamente: altos, chaparros, gordos, chatos, prietos, cachetones… Simplemente somos como somos todos y cada uno de los seres sobre la tierra, con errores y virtudes.

Eso sí, con los pies bien puestos sobre la tierra, para que mediante un previo conocimiento de nuestra persona y un constante cambio de actitudes, conlleve necesariamente a una vida con mayor tranquilidad.

Se la corro de bigote: una sana autoestima, una buena o estable autoestima, es la parte medular en el desarrollo de cualquier individuo, sin tanta marimba. Me despido, banda lectora, y como siempre se la corro. Ojalá que de algo sirva esta "machaca". Los topo en la siguiente.