Teresa Shamah Levy, jefa del departamento de vigilancia de la nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública, expuso que en el 14 Congreso de Investigación y Salud Pública se expuso que el sobrepeso y la obesidad son problemas crecientes en México, al que se debe atender de forma permanente y se plantearon propuestas concretas relativas a la publicidad y etiquetado de productos.
Como referencia de los efectos de la obesidad, expuso que en el año 2000, la prevalencia de la diabetes era del 7.2% y para el 2006 se registró del 14.42%, lo que significa que en tan solo seis años se duplicó y los Servicios de Salud no tendrán la capacidad para atender esa demanda.
Adelantó que se realizan estudios sobre los impactos en niños, con mediciones tales como consumo de colesterol y grasas.
La especialista dijo que hasta ahora se han tenido avances, al lograr una estrategia de política pública para abatir la obesidad, y consideró que un primer paso de inicio fue la publicación de los lineamientos de la expedición de alimentos y bebidas en cooperativas escolares. No obstante recalcó que “la negociación no es fácil con la empresa, por lo que este proceso, se irá avanzando como ocurrió con el tabaco, en el que paulatinamente se trabajó hasta lograr espacios libres de humo de tabaco”.
Lamentó que sólo se logró la disminución de las raciones de dichos productos y no se consiguió el aterrizar en relación a la densidad energética autorizada, pero expresó su confianza de que “la empresa tendrá la visión a futuro de que no podemos seguir dando a nuestros niños productos que los engorden”.
Publicidad, punto clave
La especialista señaló que de acuerdo con estudios realizados, se determinó que la publicidad es un punto clave en la formación de hábitos alimenticios. Refirió que en horarios de mayor audiencia en programación televisiva para niños, en canales abiertos, se observó que hay un promedio de 17 comerciales en cada intervalo, de los cuales alrededor de 14 son publicidad dirigida a niños. De tal forma que señaló tajante que es necesario legislar la publicidad.
Etiquetado frontal y claro sobre contenido en productos
Uno de los debates más álgidos que se presentó durante el Congreso en torno a la obesidad y políticas públicas, fue el de etiquetado frontal en productos.
Teresa Shamah enfatizó que en la discusión hubo gente incluso que son del sector empresarial, que estuvo a favor, en tanto que otros participantes expusieron que sino se establece como una medida obligatoria, esto no se realizará.
Mencionó que se planteó entre las propuestas, lo que se ha trabajado desde hace dos años, que es que se califique, y que se ponga en las etiquetas de esos productos información de contenido y efectos.
En lo particular expresó que se necesita determinar una forma que sea comprensible para todos los grupos sociales y edades, si es analfabeta o no, si pertenece a zonas rurales o urbanas, o del sector que sea. De tal manera que los investigadores han propuesto que sea gráfico.
Explicó que se han propuesto diferentes opciones, ya que las tablas actuales que se presentan en los productos, en su envoltura o etiqueta, prácticamente nadie los entiende, y por lo tanto se sugiere que se incluya una figura que de la noción de balance, por ejemplo una silueta de una persona, donde si el producto tiene un balance adecuado esté en verde, si es medio bueno o regular estaría en amarillo recostado o de lado y si el contenido está totalmente fuera de balance la figura en el empaque se muestre en rojo totalmente acostado o de cabeza.
Otra de las opciones que se ha utilizado en muchos países, es el de calificación con “palomitas”, es decir si es un producto muy bueno el mayor número de palomitas posible o si no lo es, el menor.