"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido" (Fulano de Abraham)

Este que escribe por ello mismo sigue dándole duro al "pegol", rezo que la subcultura "a calzón quitado" y "sin pelos en la lengua" pregona irónicamente y con singular insistencia para hacernos partícipe de que en verdad trabajan (como si la acción de trabajar fuera algo sobrehumano; esta actitud es algo así como apláudanme porque voy a "sonarle").

En mi caso, continúo chambeando como auténtico y genuino esclavo, ¡afortunadamente!; peor sería el no contar con un trabajo.

¿Está usted de acuerdo, brother lector?

Es de vital importancia ahora más que nunca la "recapitulización" inmediata de todo con lo que estamos involucrados. Para acabar pronto, se trata de que empecemos a valorar lo que nos rodea antes de que se nos caiga la casa.

Destaco "deunave", mis brothers lectores, que con tan nefasta actitud tenderemos a sabotear el éxito; por tanto, urge que empecemos a valorar todas y cada una de las cuestiones relacionadas con nuestro desarrollo personal, incluyendo la compañía, con la que se supone compartimos; hombre, mujer, perro, fantasma, serpiente o escalera… ¿Saben qué, "parnitas"? Somos como que muy soberbios en la mayoría de las ocasiones. A veces pensamos que "podemos apagar el Sol a flatulencias" y, perdone la expresión su majestad, pero estamos perfectamente equivocados. Andamos muy "erraos", estamos, como se dice vulgarmente en la subcultura, ¡defecándonos fuera de la taza!

Habrá por ello, le insisto cuate lector, que hacer un análisis concienzudo de nuestra conducta día con día. Para empezar, en la chamba creemos que somos indispensables, ¿no?

Consideramos que sin nuestra presencia no se hacen las cosas bien. ¡Ja ja ja!

Desafortunadamente mi Ching-Wong, la versión original es otra, y disculpe usted mi florido japonés. Lo preocupante es que mucha banda no valora nada de lo que tiene. Es más, ni siquiera se han dado cuenta.

Algunos creen que todo se lo merecen. Es muy sabio, por cierto, el proverbio de la subcultura que dice "nadie sabe lo que tiene…"

Por ello la recomendación más sana es valorar cada momento, brothers, cada instante que transcurre. Vamos a aprender a apreciar la compañía que tenemos al lado.

La mujer, digan lo que digan, sigue siendo la figura endeble ante los ojos de esta "suciedad" (le soy honesto, mi brother, así como que muy endeble no creo). En fin...

El chiste es dejar muy claro que a través de valorar todas y cada una de las aristas bajo los que nos tocó vivir, empezaremos a crecer como personas. Hay quienes no valoran ni a su madre, ni a sus hijos, ni a nada.

Qué triste y qué fuerte se leyó, pero "así es" (canción de María Gribber). Desafortunadamente, reitero, creemos que todo nos lo merecemos; en la cuestión laboral muchas veces nos quejamos que no nos alcanza ni para envenenarnos y encima aguantar a la bola de envidiosos con los que trabajamos y que con todo y como seas tenemos que seguir "sonándole" viviendo el eterno viacrucis.

No podemos tampoco desmentir las consecuencias que sufrirá el envidioso que tenemos, además, en nuestro mismo equipo de trabajo. ¡Ya sabe! de esos que siguen viviendo en lugares que hasta apestan a excremento por donde deambulan, consecuencia de sus aberrantes conductas.

Finalmente, habrá que aceptar que todo esto seguirá existiendo; sin embargo, los escasos o precarios conocimientos que tenemos sobre inteligencia emocional mucho nos han de servir para confrontar las batallas cotidianas. Para despedirme, cuate lector, le paso corriente sobre la fórmula mágica: "haga lo que tiene que hacer y deje de hacerle al maje; valore a su vieja, su chamba, a sus padres; porque quizá mañana sea demasiado tarde.. Ahí se la dejo de tarea, ¡Hasta la próxima!