Su esposa, su papá y él se contagiaron.
Para salir de la crisis económica que le ocasionó la pandemia de covid-19, Marcelino Sotelo dice que tuvo que solicitar un préstamo de 90 mil pesos y además vendió su taxi, porque su esposa, su papá y él se contagiaron con el virus.
Contó que cuando se registraron los primeros casos de coronavirus en el país pensó que todo era una estrategia del gobierno, hasta que el virus lo alcanzó. Empezó con la pérdida del gusto, luego del apetito y después solo quería dormir.
Su sospecha es que se contagió mientras trabajaba como chofer de taxi porque varios de sus clientes subieron al vehículo sin llevar puesto el cubrebocas.
Marcelino y su esposa estuvieron hospitalizados por casi dos meses, aunque en total dejó de trabajar durante cinco meses.
Los préstamos -refirió- los pidió en tres partes y en diferentes cajas de ahorro. Del primer crédito abonaba dos mil 200 pesos mensuales, del segundo 300 semanales y del tercero 680 cada semana.
Explicó que su deuda de 90 mil pesos la pagó con un dinero que recibió su papá de sus familiares que radican en Estados Unidos y a la fecha solo adeuda ocho mil pesos. Sin embargo, también se vio en la necesidad de vender su taxi para poder solventar los gastos de su casa, ya que su mujer perdió su empleo.
Marcelino tiene una experiencia de 30 años frente al volante y afirma que ser chofer de taxi ya no es negocio, pues por la pandemia con mucho esfuerzo reúne el dinero para sobrevivir. Antes de la crisis sanitaria juntaba hasta 250 pesos y ahora apenas cien pesos.
Cuestionado sobre si ha pensado en comprar otro vehículo para ser su propio patrón dijo que le conviene más ser empleado, pues se necesita mucho dinero para el mantenimiento.