A pesar de que desde hace 10 días los concesionarios debieron cumplir con esta medida, sólo un 20% ha cumplido con ella. Cabe destacar que el decreto que hace obligatorio el uso de contadores no establece sanción alguna a quienes no los instalen.
Para fundamentar el uso de los contadores de pasajeros, en el decreto la DGT argumentó que actualmente es complejo para la autoridad supervisar el cumplimiento de la obligación que tienen los concesionarios, en términos del artículo 79 fracción XVI de la Ley de Transporte del Estado de Morelos, de no transportar pasajeros en los estribos de ascenso y descenso de las unidades destinadas al transporte.
Así como la contenida en el artículo 49 del Reglamento de Transporte para el Estado de Morelos, que se refiere a que el número máximo de personas que podrán ser transportadas en vehículos del servicio público de pasajeros, con itinerario fijo, en ningún caso excederá del 40% al cupo normal, siendo evidente que con la implementación del sistema de conteo de pasajeros, se coadyuvará al cumplimiento de esa obligación de supervisión a cargo de la autoridad.
Además, destacó que otra de las bondades de los contadores de pasajeros es que cuentan con un localizador satelital, GPS o GPRS, que permite verificar lo dispuesto en el artículo 47 del Reglamento de Transporte para el Estado de Morelos, que establece que las unidades que presten el servicio público de transporte de pasajeros con itinerario fijo, deben dar el servicio en una o varias rutas preestablecidas y determinadas, cumpliendo con los horarios y las frecuencias fijadas por la disposición legal invocada y en caso de no ser así se tenga soportado el incumplimiento por parte del operador.
Por otra parte, se justificó que al tener mejor y mayor control sobre itinerarios, horarios y recorridos, dejan de ser necesarios los denominados “checadores”, los cuales exponen sus vidas al invadir al arrollo vehicular con el afán de informar a los operadores respecto de los tiempos de sus compañeros, situación que en muchos de los casos ha resultado en obstrucciones de tránsito que contribuyen a generar caos viales e incluso hasta lamentables accidentes.