Gustavo Osorio Ocampo trabaja como operador del transporte público y asegura que en los 30 años que lleva al volante no ha recibido una sola queja de los usuarios sobre su labor sino que, al contrario, varias personas le han agradecido.
Aunque dice que de él no se han quejado, el trabajador del volante aceptó que sus colegas jóvenes sí han recibido comentarios negativos por parte de la ciudadanía con respecto a su trabajo, principalmente porque manejan muy rápido.
Por eso consideró que los cursos de capacitación son necesarios, sobre todo para los choferes que están empezando esa actividad.
“Para los jóvenes sí hace falta el curso porque apenas van empezando y se tienen que capacitar, pero uno que ya tiene tiempo ya sabe cómo hacer su trabajo, hasta nos agradecen y nos dan su bendición. La gente a veces se queja de que los jóvenes manejan un poco bruscos o van rápido”, expresó Gustavo Osorio.
El entrevistado refirió que hace unos meses recibió capacitación sobre educación vial y recomendaciones para tratar con amabilidad a los pasajeros.
En lo que respecta a su jornada, asegura que trabaja entre diez y doce horas todos los días y aunque su actividad es cansada dijo que le gusta y seguirá al volante hasta que el cuerpo aguante.