Con el incremento de “rutas” en circulación mejoraron sus ingresos.

Roberto Carlos Villacampos, quien trabaja desde hace once años como checador en la Ruta Interescolar, asegura que la crisis económica que ha dejado la pandemia de covid-19 lo ha dejado endeudado, pues en su labor no recibe un salario fijo.

Aunque asegura que está contratado por la organización a la que sirve, afirmó que no cuenta con salario, pero cada operador le da una propina de al menos cinco pesos a cambio de darles a conocer el tiempo de diferencia que hay entre un chofer y otro.

Al inicio de la emergencia sanitaria -dijo- la Ruta Interescolar trabajaba con 30 unidades de la totalidad de su parque vehicular, por lo que al día obtenía entre 100 y 150 pesos, lo que le hizo endeudarse cuando falleció su madre, para cubrir los gastos funerarios, pero actualmente sus ingresos han mejorado, porque hay alrededor de 45 camiones en circulación.

El entrevistado contó que el tiempo que separa la salida de cada vehículo es de diez minutos y cuando el operador “se quema” (se atrasa) un minuto tiene que pagar 20 pesos al chofer que viene atrás de él, si es que el otro llega a tiempo con el checador.

“Ha habido operadores que han pagado hasta 360 pesos porque se queman 15 o 17 minutos. El reglamento de la directiva señala que la única manera de justificarse es cuando ocurre un accidente, hay manifestaciones o desviaciones; solo así podrían suspenderse los minutos y no cobrar, pero esto aplica solo si varios operadores se ven involucrados”.  

El entrevistado sostiene que tuvo que solicitar un préstamo de 20 mil pesos para solventar los gastos funerarios de su mamá, quien estaba enferma de cáncer.