Jorge asegura que cumple con las medidas sanitarias para evitar una infracción

Jorge Alberto Alcántara trabaja como operador del transporte público colectivo y refiere que los elementos de tránsito le han llamado la atención en dos ocasiones por culpa de algunos pasajeros que se retiran el cubrebocas dentro de la unidad.

"La mayoría de las personas sí utilizan cubrebocas, pero hay algunos que no se lo ponen o se lo quitan cuando ya están arriba (en la ruta). A veces les digo que se lo pongan, pero se molestan y en dos ocasiones se han subido los policías de tránsito a bajarlos, porque no entienden que es por seguridad de todos", refirió el entrevistado.

Y señaló que durante sus recorridos lleva puesto el tapabocas y carga con una botella de gel antibacterial para evitar una infracción, pero también lava y desinfecta el camión, porque lo que menos quiere es contagiarse con el virus e infectar a su familia.

Jorge Alberto, quien tiene una experiencia de 26 años al volante, dijo que su trabajo es bueno, pero tiene que batallar con personas en estado de ebriedad y hasta con indigentes. Sin embargo, afirmó que trata con amabilidad a los pasajeros porque le gusta su actividad.

De su labor como rutero recuerda que hace unos 18 años tuvo un percance automovilístico, porque el camión que manejaba se quedó sin frenos, y para no afectar a otros conductores se estampó contra un árbol.

"De ese caso me acuerdo muy bien porque una joven que venía como pasajero hizo todo para verme en la cárcel, no lo logró, pero me sacó como 100 mil pesos porque dijo que estaba embarazada y que casi perdía al bebé por el golpe del carro y después se supo que todo lo inventó".

En otras ocasiones -refirió- se encontró con esa mujer, y aunque le hacía la parada ya no la subía.