“Para mucha gente los sombreros ya pasaron de moda. Y es que no siempre se ocupa. Me he dado cuenta que solo los que trabajan en el campo, los que se dedican al ganado o los que trabajan bajo el sol son los que me compran más. De repente uno que otro que viene de vacaciones y como se les hacen bonitos, también me compran, pero no mucho, por eso tenemos muy pocas ventas”, dijo Yair Rebolledo Ramírez, quien se dedica a la fabricación y venta de sombreros en la colonia Vicente Estrada Cajigal de Cuernavaca.
Entrevistado por La Unión de Morelos, el artesano relató que su labor se ha vuelto difícil debido a las bajas ventas: “este trabajo lo heredé de mi papá, y yo lo hago con mi familia. Tejemos la palma para hacer los sombreros, pero por lo mismo que te comento ya hacemos muy pocos. Este tipo de sombrero son los más baratos, tengo desde 40 y 60 pesos, según el tamaño y los seguimos haciendo para no perder la tradición”.
“Nuestros antepasados siempre traían un sombrero de lo que fuera, de tela, de palma, pero todos tenían. Ahora sí me doy cuenta que la gente ha dejado de lado las costumbres que nos enseñaron.
“Yo traigo mis sombreros de varios lugares, unos son de Michoacán, otros del Estado de México, de Guerrero y los que elaboramos aquí en Morelos, y no es por nada, pero los de Morelos son los mejores. Es complicado vender sombreros porque parecen duros, pero son bien delicados, si se les llega a doblar alguna orilla se hacen feos y ya no los compran, por eso los traigo bien protegidos para que no se maltraten; también el sol los puede manchar o hasta les llega a salir hongo, por eso digo que son medio delicados”, apuntó.
Por último, el artesano manifestó que espera que en estos meses de calor sus ventas aumenten, pues “desde marzo inician las buenas ventas, ya que el sol está a todo lo que da. La gente busca sombreros o gorras, aunque a veces prefieren las gorras, pero los turistas los compran como recuerdo del viaje y más si se enteran que hacemos algunos nosotros mismos”.