Recuerda a unos pasajeros que le obsequian palanquetas.
“Yo creo que hago bien mi trabajo porque la gente me lo reconoce”, refiere Jesús Cuevas quien trabaja como operador del transporte público desde hace 15 años.
En su trayectoria como chofer de rutas -dice- ha vivido diferentes anécdotas, pero la que más recuerda es la de unas personas de la tercera edad que han abordado la unidad en la colonia Texcaltepec y cuando llegan a su destino le obsequian un dulce o una palanqueta.
Las buenas acciones de algunos pasajeros lo hacen pasar que realiza bien su actividad. Sin embargo, dijo que también hay personas que lo han insultado.
“Los pasajeros ven que hay varias personas esperando para subir a la ruta y apenas van sacando su dinero para pagar. En otros casos se suben a la ruta hablando por teléfono y con una mano se agarran del pasamanos, y cuando arranco la unidad se molestan porque dicen que casi se caen y nos agreden”.
Pese a lo anterior considera que realiza bien su trabajo y asegura que trata con amabilidad a las personas, aunque admite que manejar un camión es un poco desgastante, porque su jornada empieza a las cuatro de la mañana y termina a las diez de la noche.
En lo que respecta a su labor, señaló que con el regreso a clases presenciales ha observado una recuperación económica, pero no como antes de que llegara la pandemia de covid-19.
Señaló que en los primeros meses de contingencia los camiones -que tienen una capacidad para 32 personas- solo circulaban con unos 10 pasajeros, porque las calles estaban solitarias.