Alejandro afirma que al inicio de la pandemia esperaba hasta dos horas para realizar un servicio
Alejandro Cortés trabaja como chofer de taxi y señaló que el cierre de vialidades en el primer cuadro de Cuernavaca afecta mucho a los trabajadores del volante, porque al buscar vías alternas gastan más combustible pero no pueden cobrar más por el servicio.
“Por el cierre de calles damos muchas vueltas y gastamos más gasolina porque tenemos que cumplir con el cliente, pero no les podemos cobrar más, tenemos que respetar la tarifa que es, aunque a veces hay gente que nos dice ‘agárrese diez pesos más’ y se agradece porque el precio de la gasolina todos los días está subiendo”.
El entrevistado refirió que su experiencia como chofer de taxi es de 35 años y, si bien, la pandemia afectó en su economía, no fue necesario solicitar préstamos, pues al día obtenía al menos 50 o 100 pesos para comprar frijoles y tortillas.
Gracias a Dios -dijo- ahora que sus hijos crecieron y cada uno cubre sus propios gastos, sólo se preocupa por llevar el dinero a su casa para mantener a su esposa.
“Tengo 72 años de edad y me siento con ganas de trabajar, puedo mantener a mi esposa, cuando ya no pueda seguir en el taxi pondré un taller de cambio de aceite y venderé algunas chácharas, para no pedirle dinero a mis hijos”.
Apuntó que en la actualidad la situación económica ha mejorado mucho, sin embargo, en los meses más fuertes de contingencia sanitaria tenía que esperar hasta dos horas para realizar un servicio.