Afirma Everardo que nadie se ha quejado de su labor.

“Hay gente grosera y entre ellos mismos (los pasajeros) se pelean. A veces la gente va de pie cargando a sus niños porque no alcanzaron asiento, por eso se pelean, porque los que van sentados no hacen un espacio para se siente otro más”, afirmó el rutero Everardo Juárez López.

El entrevistado conduce una combi de la línea de transporte Intermunicipal, que tiene capacidad para unas 16 a 18 personas sentadas y unos cuatro de pie, pero a veces suben más pasajeros de lo permitido y esto provoca las agresiones verbales entre los usuarios.

Entrevistado en los andenes del mercado Adolfo López Mateos, Everardo Juárez aseguró que en los ocho años que lleva al volante no ha recibido una sola queja de su labor, pues hace caso omiso a los comentarios negativos de los pasajeros que están de mal humor y que pretenden desquitarse con el operador.

En lo que respecta a su labor, dijo que ha observado una mejoría de sus ingresos económicos en comparación con los meses más fuertes de pandemia.

A la fecha -apuntó- le resulta más fácil reunir el dinero para entregar la cuenta a su patrón, que son mil 100 pesos y 750 pesos para comprar el combustible de la combi.

Afirmó que sus ingresos son de entre 300 y 400 pesos diarios, pero gracias a que además trabaja en una hojalatería no ha sido necesario endeudarse.