Víctor Hugo impulsa a sus hijos a continuar con sus estudios para que no sean taxistas.
Víctor Hugo Benítez -quien trabaja como chofer de taxi- refiere que por la pandemia vivió días tan difíciles que pensó en dejar su actividad, porque a veces con mucho esfuerzo lograba juntar apenas 30 o 50 pesos en una jornada de más de ocho horas.
Aunque por un momento pensó retirarse del volante, recapacitó, porque dice que por su edad y la falta de estudios le resulta difícil encontrar un empleo formal.
En la actualidad, asegura, su situación económica ha mejorado, pues ahora le resulta más fácil reunir el dinero para entregar la cuenta a su patrón, que es de 250 pesos diarios, y también le alcanza para comprar el combustible del vehículo.
“El hecho de que Morelos se haya mantenido en semáforo sanitario color verde ha permitido que la situación económica mejore. Cada día hay más movimiento en las calles, por eso hay más solicitudes del servicio, pero al inicio de la pandemia no había nada; el patrón bajó la cuenta, pero no había dinero ni para la gasolina”.
Víctor trabaja desde hace 14 años como chofer de taxi, pero señaló que le hubiera gustado poder continuar con sus estudios para tener un empleo formal. Sin embargo, tuvo que abandonar la escuela. Luego se casó y tuvo a sus hijos.
Ahora -apuntó- impulsa a sus vástagos a continuar sus estudios, para que consigan un mejor trabajo.
“A mis hijos les digo que estudien y le echen ganas, porque la situación económica está difícil. Mi hijo menor dice que no quiere ser taxista, quiere ser médico, tiene otra mentalidad”.