Modesto tiene una experiencia de 30 años en el transporte colectivo.
Modesto Hernández Díaz trabaja desde hace 30 años como operador del transporte colectivo y dice que siente una gran satisfacción, porque gracias a esta actividad sus hijos ahora son profesionistas.
Aunque reconoce que en algún momento sus vástagos le reclamaron la falta de tiempo a su lado, ya que estaba ausente del hogar porque laboraba largas jornadas para poder llevar el sustento económico a su casa. Sin embargo, ahora es un orgullo decir que sus hijos terminaron sus estudios de nivel superior.
"Se siente una gran satisfacción saber que mis hijos aprovecharon sus estudios. Gracias a Dios con mi trabajo en la ruta los saqué adelante y ahora mi hijo es ingeniero y mi hija está en la Zona Militar".
El entrevistado señala que en su caso solo logró terminar la preparatoria, porque desde joven le gustó el volante y aprovechó la oportunidad que tuvo para trabajar en el sector transporte.
A lo largo de 30 años como conductor, dijo, ha vivido incontables anécdotas tanto negativas como positivas, pero lo que más recuerda son los agradecimientos que ha recibido de parte de los pasajeros.
Sin embargo, refirió que nunca falta la persona que se molesta porque quiere que el conductor detenga su unidad donde no es parada.
"Por más que uno se esfuerce en hacer bien su trabajo, a veces hay personas que vienen de malas y nos reclaman por cualquier cosa. Me ha tocado que la gente va de malas y quiere que la baje donde ellos quieren, aunque saben que no está permitido".
Modesto fue entrevistado durante el receso del curso de capacitación que recibió por parte del Conalep para mejorar la calidad en el servicio de transporte público de pasajeros.
De manera personal -indicó- ha recibido cursos en cuanto al manejo a la defensiva y trato al pasajero. Sin embargo, considera que la capacitación debe ser constante porque siempre hay operadores nuevos.